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Mini relato La sirena- Sheyla Drymon

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¡¡¡Feliz viernes a todas!!! Espero que paséis un buen día. De regalo un pequeño relato que acabo de escribir para Facebook y que comparto también en el blog para que podáis leerlo. Espero que os guste.

Relato: escrito por Sheyla Drymon.
Imagen de la sirena: encontrado en Pixabay.










LA SIRENA

Sheyla Drymon



" La sirena miró con pesar hacia la playa, escondida tras las rocas. Las olas acariciaban su cuerpo, recordándole sin piedad que seguía viva. El amor era un doloroso recuerdo, una herida desgarradora en su alma, una tortura diaria con la que tenía que convivir; y todo porque su amado, quien robó su corazón, no la eligió. 

El marino al que salvó la vida cuando su barco naufragó, resultó ser el príncipe heredero del Reino. 

Cada noche acudía al puerto humano con la esperanza de volverlo a ver. Cuando sucedió él juró que soñaba con ella cada noche, recordando vivamente cómo lo salvó, enamorándose de la sirena que lo embrujó. 

Cada noche se encontraban. 

Cada noche se juraban amor eterno. 

Cada noche... Hasta que la sirena le confesó que podía otorgarle el don de vivir en el mar con ella. 

Esa noche el amor explotó como una burbuja... pues él se negó a cambiar sus piernas por una cola, a mostrarle que realmente la amaba dejándolo todo para irse con ella. 

Esa noche las lágrimas de la sirena se deslizaban silenciosas por sus mejillas convirtiéndose en brillantes perlas cuando impactaban contra el mar. 

El amor no era más que un engaño. Si él la amara realmente lo habría dejado todo para acompañarla al mar. 

La sirena lloró amargamente al recordar el pasado. Cada año acudía a ese puerto donde una vez fue dichosa, comprobando con pesar cómo su príncipe la olvidó. 

Esa noche iba a ser la última vez que acudiera a ese lugar. El dolor que pesaba sobre su corazón la ahogaba y ni su amado mar conseguía aliviar la soledad y el pesar que ennegrecían su alma. 

He aquí una sirena que creyó en el amor y que le habría dado la vida eterna al humano que la enamoró. 

He aquí una sirena que lloraba cada noche atormentándose con los recuerdos de los encuentros furtivos que vivió con su amante humano. 

He aquí una sirena... que se refugiaría en lo profundo de la zona abisal deseando que un día todo el amor que sintió se diluyera en el mar. 

Y sin mirar atrás, la sirena se sumergió en el mar nadando furiosamente hacia su destino.




Si hubiera mirado hacia atrás habría visto a lo lejos a un tembloroso anciano que lloraba con pesar, aferrando con fuerza su bastón, mientras murmuraba:

Adiós mi sirena, la única dueña de mi corazón. 

El príncipe que se convirtió en Rey por una promesa a su moribunda madre, el que se casó con una princesa del Reino vecino pese a no amarla, el que tuvo herederos para asegurar la continuidad de la Casa Real, el que iba a la playa para contemplar el mar y pensar en cómo habría sido su vida si... Todo el peso del mundo y las obligaciones no estuvieran sobre sus hombros. 

Ahora era un anciano que ansiaba encontrarse con la muerte. Su vida fue un tormento continuo al no poder estar con la única mujer a la que le entregó su corazón. Una hermosa sirena a la que muchas noches observaba desde lejos, tentado a acercarse a ella y suplicarle perdón para volver a sentir sus labios y perderse en sus ojos. 

¿Pero cómo iba a presentarse ante ella cuando el tiempo fue un enemigo atroz? ¿Cuándo su cuerpo se encorvó, su piel se arrugó y su fuerza se perdió? No era más que un anciano que vivía cada día sin esperanza, soñado con el mar y una hechicera que una vez le tendió la vida eterna y una promesa de amor, que él rechazó. 

Toda su vida se arrepintió... 

Adiós sirena. Adiós. "





SORTEO INTERNACIONAL y minirelato de regalo

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Buenos días a todas!!!


Espero que paséis un buen miércoles. Esta semana voy a preparar un sorteo internacional en la que podréis ganar las novelas: El límite del deseo y Belleza oscura (en papel) junto a una libretita de regalo. 

Cuando tenga las bases las subiré en mi página web de Facebook y en mi Web de autora, además de avisaros por aquí con los links para que podáis participar. 

Sigo corrigiendo Un dragón para Navidad (creo que es la novela que más he corregido en mi vida, jajaja, pero quiero que quede lo más perfecta posible, ya que me ha encantado escribirla, me lo he pasado pipa) ¡El día que la publique voy a estar nerviosísima!

Bueno, no me enrollo más, primero os mostraré el SORTEO INTERNACIONAL que hay abierto en el blog de Alea Jacta Est, en el que podéis ganar:

1 novela en papel de El guerrero de mi destino

1 ebook de Sediento de amor


Espero que os animéis a participar.



Link del sorteo:

AQUÍ

Además de mis novelas, hay muchísimas más y muy buenas, seguro que os llaman muchas de ellas, así que... pasaros por el blog y seguid las bases que son muy sencillas.

¡Suerte a todas!




Y para rematar la entrada de hoy, os dejo de regalo otro microrelato (en mi Web de autora, podéis leerlos AQUÍ )







Estás a unos metros de mí. Mi corazón late desbocado. Sonrío y parpadeó un par de veces para alejar las lágrimas de felicidad que amenazan con brotar de mis ojos. Corro con todas mis fuerzas para alcanzarte. Te necesito.
Estiro el brazo. Cuando mis dedos te rozan la espalda... Desapareces. 
Me despierto gritando tu nombre, empadada en sudor. Lloro en silencio mientras mi corazón se desangra dolorido. Temblorosa, murmuro una y otra vez tu nombre, con profundo pesar. 
"Mi ángel de la muerte" 
A quien vislumbré el día en que mi corazón se apagó durante unos minutos en la mesa de operaciones. No vi un túnel, ni a nadie llamándome. Solo te encontré a ti en medio de la oscuridad, sonriéndome y susurrándome...
"Al fin te encontré, mi amor perdido, mi eterna compañera. La única dueña de mi felicidad" 
Los médicos me aseguraron que todo fue fruto de la medicación, de la falta de oxígeno en mi cabeza... No quiero creerles. No puedo. Me niego. Te quiero. Te anhelo. Llevo 365 días soñando cada noche contigo, encontrándote en mis sueños, torturándome al ver tu triste mirada y ser incapaz de abrazarte con todas mis fuerzas, y gritar a los cuatro vientos que también te amo y que nunca me volveré a alejar de tu lado. 
Estoy enferma pues cada noche deseo reencontrarme con  mi ángel de la muerte, despertándome al día siguiente... condenada a una tortuosa soledad al no tenerte a mi lado.
"¿Me esperarás? Amor mío, ¿estarás ahí cuando llegue mi hora?"
Vuelvo a quedarme dormida gracias a la fuerte medicación que me han recetado. Sonrío en sueños sin ser consciente de lo que sucede, pero sintiendo un ligero alivio en mi corazón al escucharte susurrar desde la oscuridad:
"Siempre" 




Feliz miércoles a todas!!!



Grupo Yo sí leo a Sheyla Drymon y Entrevista en el blog La Obsesión de Naya

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Buenas tardes a todas!

Espero que estéis pasando un buen inicio de semana. Hoy toca mostraros dos novedades. He abierto un grupo en Facebook para mis lectoras y hoy han publicado una entrevista muy directa y un poco controvertida en el blog La Obsesión de Naya.


Comenzamos una nueva etapa en mi andadura como autora y tras los consejos de varias amigas he decidido abrir un grupo de lectoras para poder subir todo (reseñas, entrevistas, promociones, sorteos, relatos, portadas, etc) y que no se pierdan por Facebook, quedando en el olvido. 

De esta manera podréis estar al tanto de todas las novedades de mis novelas, de las reediciones, de las nuevas portadas, leer en exclusiva relatos gratuitos nuevos, microrelatos, participar en los juegos que haré... Un poco de todo.





Como no me gusta que me añadan a grupos sin mi consentimiento no voy a añadir a nadie sin preguntar, prefiero que seáis vosotras las que os unáis y daros la bienvenida con los brazos abiertos.

El grupo es este: ENTRAR AQUÍ



Continuando con las noticias de hoy, os animo a pasaros por el blog La Obsesión de Naya en el que podéis leer la entrevista que me hizo, una entrevista directa y sincera. 









Y por último, os quiero mostrar la nueva portada que tendrá la nueva edición corregida y revisada de Belleza oscura. Como ya sabéis, estoy corrigiendo cada una de mis novelas para poder ofrecer la mejor calidad a mis lectoras, y quiero pulir mis antiguas novelas para que podáis releerlas disfrutando plenamente de sus historias.






La portada es hermosísima y me encantó cuando la vi, y todo es gracias a Lorraine Cocó, una gran autora que admiro muchísimo y que me ha regalado esta pedazo de portada, que es <3 impresionante.="" p="">

¿Qué os parece?

A finales de mes estará a la venta la actualización de Belleza oscura, la podréis descargar gratis desde vuestra cuenta si ya la habíais comprado anteriormente. No os preocupéis, os diré cómo hacerlo. 

¡Estad atentas!



Y hasta ahí el aviso de novedades. 


Recordad que en el blog de Alea Jacta Est sigue activo un pedazo de sorteo en el que podéis ganar un montón de novelas, tanto en papel como en digital y entre ellas:


1 ejemplar de El guerrero de mi destino en papel (sorteo nacional)

1 ebook de Sediento de amor (sorteo internacional)


¡¡¡Feliz lunes a todas!!!
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Relato corto de terror LA, LA, LI... LA LO - Sheyla Drymon

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De regalo este domingo os dejo un relato que acabo de escribir tras tener un sueño de esos que te despiertas sobresaltada, un poco asustada y con ganas de escribir la aventura que presencié en el mundo onírico.

Lo más seguro es que tenga segunda parte para poder describir otro encuentro, que fue lo que vi en el sueño...

Espero que os guste.


Ya me diréis ;)







LA, LA, LI… LA LO

Sheyla Drymon



Código Safecreative: 160738294624
Imagen portada: Pixabay





La, la, li… la lo… —la suave voz de la niña se colaba entre el estruendo del pueblo.

Nadie se fijó en la pequeña que tatareaba una vieja canción, abrazando con fuerza su osito de peluche mientras avanzaba por la Feria Medieval que montó el Ayuntamiento en las calles del centro de la localidad.

Se detenía de vez en cuando para admirar las muñecas de arcilla, las coronas con flores, para disfrutar del dulce aroma de las fragancias y perfumes naturales, para…

—La, la, li… ¡oh! ¿Qué tienes ahí? —preguntó la joven señalando a un punto del colorido puesto.

—¿Lo qué, pequeña? —se interesó a su vez la artesana, quien lucía un apagado disfraz medieval, acorde a la Feria en la que estaba.

—Eso —volvió a repetir la niña, sin dejar de señalar con la mano derecha hacia el frente y abrazar a su osito con el brazo izquierdo, manteniéndolo pegado a su cuerpo.

—¿Esto de aquí? —Mostró la mujer una pequeña hada de arcilla polimérica que ese año tenía mucho éxito entre las niñas pues se parecía a unas hadas que salían en la televisión en una de esas series de amor, amistad y superación.

—No.

Vender cara al público no era sencillo, con los años aprendías a moderarte, a tener paciencia sobre todo con los clientes difícil que no comprendían que la artesanía, que el arte no tenía precios abusivos si no que eran piezas exclusivas que contaban las horas de esfuerzo, trabajo y mimo que le dedicaban sus creadores.

María tomó aire y miró a su alrededor en busca de los padres de la pequeña. Tal vez ellos podrían saber a qué se refería la niña.

—Pequeña, ¿dónde están tus padres?

La joven se quedó callada unos segundos mirándola fijamente, desviando los ojos hacia la derecha para luego volver a posarlos sobre ella.

Cuando ya creía que no iba a responderle y que se iría a otro puesto a rebuscar o a observar lo que exponían por pura curiosidad, la niña la sorprendió al decir:

—Están donde están los tuyos, esa señora me lo ha dicho. —Su mano señaló de nuevo al lado derecho a un punto que se veían las esculturas más caras de arcilla que realizó María y que colocó al borde de la mesa, muy cerca de ella para tenerlas controladas, pues si alguien las rompía se cargaría más de treinta horas de trabajo en cada una de ellas.  

—¿Qué señora? —acabó preguntando María, deseando que de una vez por todas apareciese los padres de esa pequeña y se la llevaran a otro puesto. Tenía que reconocer que estaba poniéndola nerviosa.

—Oh… —La niña bajó el brazo y abrazó al oso con las dos manos, acercándolo a su corazón. Enterró la cara en la mullida cabeza del peluche y cerró los ojos unos segundos antes de que contestara con su monótona y suave voz—. Ella dice que se llama Margarita, que está a tu lado por una promesa a tus padres, quienes están donde están los míos. Yo nunca he estado ahí pero ellos siempre dicen que es un lugar cálido y lleno de luz. ¿Tú crees que estará bien? Margarita dice que dentro de un mes te tocará ir con ella hacia ahí, así que… Espero que creas que será un lugar genial o te vas a poner triste.

Ninguna de las dos dijo nada más tras esas palabras. La niña dio media vuelta y se fue tatareando el estribillo de una vieja canción que ya nadie recordaba.

—La, la, li… la lo… —Observando con atención los curiosos puestos, y saludando con una sonrisa a los otros, o como ella siempre llamaba: “a ellos”, esos silenciosos acompañantes de los que la rodeaban que parecía que era la única que podía verlos.

Ellos la saludaban a su vez con sonrisas, con muecas divertidas que la hacían reír, moviendo sus manos en el aire… Ojala los demás pudiesen verlos. Eran muy agradables, siempre sonriendo, siempre cerca de quienes acompañaban como si fueran sus sombras. Además… lo que más le gustaba a Julie era que se podía ver a su través, que algunos de ellos eran de color blanco, otros grises y otros negros… Cuando ella fuera como ellos quería ser rosa.

Julie siguió cantando hasta que escuchó un gran estruendo y muchos gritos histéricos. Con curiosidad se detuvo cerca del puesto de los quesos y chorizos, no le gustaba el olor de las mesas que exponían la comida. Ella no comía esas cosas y le daban ganas de llorar cuando veía a los animales rodear las mesas, atravesando los trozos de queso, de chorizo, de carne o pescado disecado. Si los dueños de esos puestos los viese se asustarían seguro porque los animales eran muy ruidosos y cargaban contra quien se acercara a comprar, como si no estuviese dispuestos a que nadie comiese lo que quedó de ellos.

Esbozó una mueca de asco al ver un pescado salado colgado de un gancho y buscó a quien estaba haciendo esos ruidos, a quien gritaba de esa manera. Se sorprendió cuando reconoció a la mujer que fue tan amable con ella y que le enseñó las hadas de todos los colores.

¿Por qué gritaba y lloraba delante de la mesa donde hasta hace poco vendía sus creaciones? ¿Por qué lanzó al suelo varias de las hadas que vendía destrozándolas, esparciéndose centenares de trocitos de colores creando una alfombra de desolación en la que estaba sentada?

—Quizás no debí decirlo lo que Margarita me dijo, pero es que ella me aseguró que su sobrina necesitaba saberlo para hacer todo lo que siempre quiso y nunca se atrevió —murmuró para sí misma Julie, sin dejar de abrazar a su osito.

Ese mullido y viejo peluche era su única compañía, a quien le hablaba de todo lo que veía, de todo lo que le sucedía y no se enfurecía con ella como pasó con sus padres, ni la echaba de casa, ni la dejaba sola. Desde que se lo regalaron hacía ya tanto tiempo, su pequeño oso la acompañaba siempre, viajando con ella, descubriendo mundo.

—¡Ella! ¡Esa diabólica niña, me lo dijo! ¿Cómo podía saberlo? ¡Lo de mis padres! Ella me amenazó que iba a morir en un mes y…

Julie negó con la cabeza con pesar al ver que la amable artesana la señalaba entre los curiosos espectadores que se acercaban por morbosidad a ver qué sucedía.

Siempre pasaba lo mismo cuando hablaba, pero no podía decirles que no a “ellos”, eran muy alegres con ella, muy protectores y amables, con ellos no había mentiras, ni traiciones, lo que decían se cumplía y la saludaban siempre que la veían, sin importar que no se conociesen de nada.

Decidió que llegó el momento de irse de ese pueblo.

—Será mejor que nos vayamos al pueblo de al lado, ahí tienen muestras gratis de tés, quiero probar uno que sepa a fresas, ¿a qué estaría bien? —susurró a su oso, dando media vuelta, ignorando las miradas de los curiosos que se centraron en ella por los gritos de la artesana que se levantó con la intención de atraparla.

No podía hacerlo. A su alrededor “ellos” se pusieron en medio, bloqueando el camino, hasta los animales dejaron de gruñir y rondar la mesa donde exponían trozos de sus cuerpos, acompañaron a los primeros para defenderla. Aunque nadie más que ella parecía verlos, los demás sí que los notaban. A veces era una brisa fría que te acariciaba la nuca, otras los notabas porque algo se caía muy cerca de ti, o parecía que algo no estaba donde lo habías dejado… y muy pocas veces, notabas sus manos sobre tu cuerpo, acariciándote las piernas cuando duermes, o tironeando de las sábanas para despertarte.

"Ellos" la protegerían y la acompañarían junto a su osito en su aventura por el mundo.

Salió del mercado sin ser parada por nadie, y antes de alejarse de ese pueblo del que no recordaba ni el nombre, Julie se giró y saludó por última vez con la mano a todos “ellos” que la protegieron. Eran muchos, cada vez había más. Sonrió y les lanzó un beso que muchos de ellos “atraparon con sus manos” que luego pegaron a sus mejillas, un gesto que había visto hacer a algunos adultos y que le hacía reír.

Al dar media vuelta, comenzó a tatarear de nuevo la canción de cuna que hacía siglos que su madre le cantaba a su hermana pequeña.

—Un angelito… en mi ventana… viene a verme… cada noche… La, la, li… la lo…

Con pasos lentos avanzó hacia las afueras del pueblo, sin dejar de cantar.

A ella no la visitó un ángel la noche que sus padres la dejaron en el bosque en pleno invierno para morir por informarles de que su hermana pequeña iba a irse donde estaban los abuelos.

La visitó un Rey con capa negra montado en un caballo alado que le dijo si quería hacer de mundo su campo de juegos. No dudó en tomarle la mano y aceptar. El frío nunca le gustó y desde ese día, nunca lo volvió a sentir.

—La, la, li… la lo… —Era feliz, viviendo aventuras por el mundo y conociendo sitios que nunca creyó ver. Y lo mejor…

¡Adoraba el avión con el que surcaba el cielo y el algodón de azúcar! Lástima que sus padres y su hermana nunca podrán verlo, cuando estaba con ellos en la que fue su vieja casa, no existía nada de lo que había ahora, todo era oscuridad, frío y murmullos que te asustaban para que no te alejaras del pueblo.

El tiempo no era algo que le preocupaba, pero al ver el mundo con sus ojos infantiles sabía que habían pasado muchos años desde que aceptó la propuesta de su tío. Así es como él le decía que le llamara, aunque muy dentro de ella lo llamaba de otra manera:

Su ángel, su guardián, su Rey, su padre; quien la salvó ese día de invierno del frío y le dio una nueva vida llena de aventuras.



¿FIN?



Ganadoras de los Sorteos

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¡Buenos días a todas! 

Espero que paséis un buen lunes. Hoy me toca mostraros a las dos ganadoras de los sorteos que hasta hoy tenía vigentes:

El Cuki Sorteo, donde Ariel Romero ha ganado un Cuki ooak, y la afortunada Miss Lectora de junio de mi grupo Yo sí leo a Sheyla, Azahara y Ursula que no es otra que Ester FG.

¡Enhorabuena a las dos!

El mes que viene habrá sorteos nuevos y como no, se eligirá a otra Miss Lectora de julio. 

Los premios se enviarán el martes o el miércoles de esta semana. 






Ganadora Cuki Sorteo:


                   
  • 24. Ariel Romero












  • Ganadora de Miss Lectora de junio:


                     
    • 1. Ester FG








    • Y antes de cerrar el blog por hoy, os animo a leer un relato de terror/suspense que subí ayer en el blog: La, la, li... la lo.







       Oh, que se me olvidaba...

      Os muestro la NUEVA PORTADA de Un dragón para Navidad. La otra era muy navideña (y de paso usaré la imagen para un relato gratuito para el blog Navideño)






      Feliz lunes a todas!!!

      Nuevos sorteos

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      Buenos días a todas!!!

      Espero que estéis pasando un buen martes. Hoy actualizó corriendo el blog que apenas tengo tiempo para conectarme. Quiero informaros de dos sorteos activos en dos blogs amigos en los que participo con dos novelas mías en cada sorteo.

      En el blog de ALEA JACTA EST; podréis ganar un ejemplar en papel de El guerrero de mi destino (sorteo nacional) y en ebook la novela Sediento de amor (sorteo internacional)

      Os dejo el link para que os animéis a participar, solo os queda de plazo hasta el 15 de julio, y hay un listado inmenso de novelas tanto en papel como en ebook de varias editoriales y autoras diferentes. 







      Y en el blog de Naya, La obsesión de Naya podréis ganar El límite del deseo y El anhelo de Seth en ebook, además de otras muchas novelas en ebooks de diferentes autoras y editoriales, este sorteo estará activo hasta el 1 de septiembre:








      Bueno, no más por hoy, espero que os animéis a participar, hay novelas muy buenas y aún estáis a tiempo para poder optar a ellas. 


      Feliz martes a todas!!!





      Nuevas reseñas y lectura de grupo

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      Buenos días a todas!!!

      Espero que estéis pasando un buen verano. Hace tiempo que no actualizo el blog así que me toca poneros un poco al día con todo lo que ha sucedido...

      ¡Comencemos!


      En este último mes he tenido 4 reseñas nuevas y una entrevista, además de que los miembros de mi grupo en Facebook van subiendo poco a poco (no me gusta añadir a nadie, animo a que se unan al grupo si quieren)



      RESEÑA DE ERES MÍO en el blog de Naya 


      Esta reseña me gustó mucho, pues pese a que a Naya no le gustó la novela expuso los puntos fuertes y los que cojean de la lectura. 

      Cuando escribes una novela has de tener claro que no vas a gustar a todo el mundo, que tendrás novelas mejores que otras por tanto hay que aceptar todas las críticas -constructivas y respetuosas- que os comenten tanto las lectoras como las blogueras.

      Me gusta cuando me indican qué no les gustó porque si puedo pulir ese pequeño detalle en las siguientes novelas lo haré, así voy aprendiendo poco a poco. Porque siempre habrá detalles que mejorar, que pulir.

      Link de la reseña: AQUÍ






      RESEÑA DE SEDIENTO DE AMOR en el blog de Naya:


      Tengo que agradecer a Naya la oportunidad de ver reseñadas varias de mis novelas, que ya llevan un tiempo publicadas pero que espero sorprendan a las lectoras o que animen a las nuevas lectoras a darles una oportunidad.

      La labor de los blogs es esencial para las autoras y desde mi pequeño rincón bloguero quiero agradecerle a Naya todo lo que ha hecho por mi.

      ¡Gracias chulísima!


      Link de la reseña: AQUÍ

      Me alegro mucho que te gustara <3 nbsp="" p="">







      RESEÑA DE EL LÍMITE DEL DESEO en el blog de Naya:



      Sí, de nuevo Naya se animó a leer la apasionante y extraña relación de Uziel con su ángel de la guarda. Una de las novelas a las que más cariño le tengo y que tantos buenos comentarios ha recibido.

      Gracias por leerlo, chulísima.

      Actualmente en mi grupo hay una lectura de esta novela ;)

      Link de la novela: AQUÍ












      LECTURA DE GRUPO DE EL LÍMITE DEL DESEO:



      Antes de mostraros la otra reseña que me queda pendiente, os animo a participar en la lectura de grupo de la historia de Uziel. Es una lectura especial en la que las participantes optarán a un premio si siguen las bases:

      1. Leer la novela.
      2. Participar en la lectura en el grupo.
      3. Comentar la novela en Amazon.


      Link del grupo: AQUÍ






      RESEÑA DE EL ANHELO DE SETH en el blog de AdictaBooks:



      Nueva reseña de una novela cortita y divertida de una momia cachonda.

      Muchas gracias a Adicta Books por animarse a leer esta novela y por reseñarla.

      ¡Gracias!

      Link de la reseña: AQUÍ














      Como ya hice el mes pasado, este mes en mi grupo tenemos una nueva Miss lectora de julio, y es...

      ARACELI ROMERO


      ¡Enhorabuena guapísima!







      Y para acabar con las novedades que tenía acumuladas... os dejo la entrevista que me hizo Naya en su blog, una entrevista sincera que me gustó muchísimo y me lo pasé pipa respondiendo sus preguntas.



      Link de la entrevista: AQUÍ


















      ¡¡¡Espero que paséis un buen martes!!!


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      La, la, li... la, lo relato de terror: segunda parte

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      ¡Buenas tardes a todas!

      Hace tiempo que no publico nada, por eso he escrito la segunda parte de la serie LA, LA, LI... LA, LO, las aventuras de Julie, una niña muy especial.

      Aviso que son relatos duros, de terror psicológico. Me gusta cambiar de géneros mientras escribo novela romántica. 

      Antes tenéis que leer la primera parte de esta serie, os dejo el link.



      Para leer la primera parte: AQUÍ





      SEGUNDA PARTE

      LA, LA, LI... LA, LO

      familia








      La, la, li… la, lo… —canturreaba Julie mientras se columpiaba en el parque. A su lado su inseparable osito envejecido con los años.
      —¡Oh! Ese osito tan sucio, ¿es tuyo?
      Julie detuvo el columpio y se giró encontrando al dueño de la pregunta, un niño de unos ocho años que miraba con asco al peluche.
      —Sí, es mío —respondió ella, soltando las cadenas del columpio y cogiendo al osito entre sus manos levantándolo para que el otro lo viera mejor.
      —Puaj, ¡qué asco! ¡Hasta huele mal! Eres una guarra y una cerda, deberías tirar ese oso a la basura.
      Julie apretó su viejo amigo con sus manos, apoyándolo en su pecho, abrazándolo. Le dolía las palabras del niño. ¡Su osito no olía mal!
      —No, no lo voy a tirar, es lo único que tengo. Me acompaña desde siempre.
      El niño se rio en su cara, provocando que sintiera vergüenza al ser el centro de atención de los que estaban en el parque.
      —¡Qué guarra, qué guarra! Eres una cerda… —cantó el crío señalándola con el dedo.
      Julie negó con la cabeza, sin dejar de abrazar el osito de peluche.
      —No, no lo soy.
      —Sí, sí que lo eres.
      —No lo soy.
      Antes de que el niño siguiera metiéndose con ella, burlándose y riéndose en su cara, ridiculizándola ante el resto de niños y niñas que jugaban esa tarde de verano en el parque, una señora lo llamó para que se acercara hasta ella.
      Cuando Julie se quedó sola rompió a llorar enterrando su cara en su peluche, cerrando los ojos con fuerza y recordando sucesos de su pasado que mantenía enterrado en lo profundo de su corazón.
      Le dolía las burlas por ser diferente, le dolía que la señalaran y se rieran de ella, o la insultaran o la golpearan…
      «Pequeña, ¿por qué lloras?».
      Julie alzó la cabeza y se encontró con el rostro compasivo de su padre inmortal, La Muerte.
      —Ese niño me ha insultado y…
      «Has recordado cuando estabas viva».
      Acabó la frase La Muerte, acariciándole la cabeza a su pequeña pupila, a la niña que acogió hace siglos al ser incapaz de conducirla a las puertas de la siguiente vida.
      Aquella pequeña era la única luz que tenía en su oscura existencia.
      La niña asintió y se limpió los ojos con una mano.
      «No llores más mi niña, que las palabras de ese mortal no te afecten. Los humanos poseen oscuridad en sus corazones y la muestran ante quienes creen que son débiles. Ocultan sus propios miedos, atacando. Vamos, Julie. Ven a casa conmigo».
      Le tendió la mano a la pequeña, quien se la agarró sin temor, mirándole con amor y adoración.
      «Recuerda que todos los mortales al final se encontrarán cara a cara con sus temores. Nadie escapa de mi visita y la de mis emisarios, y cuando abandonan el cascarón que es el cuerpo humano les golpean todo lo bueno y todo lo malo que han realizado a lo largo de sus vidas. Ese niño en menos de media hora se enfrentará a las burlas y al dolor que causa a otros pequeños».
      —¿Va a morir? —preguntó Julie mirando hacia donde el muchacho discutía con quien debía ser su madre, quien no dejaba de gritarle sin despegar la mirada del móvil.
      «Sí, su destino está marcado desde su nacimiento. Y fíjate bien, le rodean varios familiares que lo acompañarán en su viaje hacia la otra vida».
      Era cierto. Muy cerca del niño había dos señoras que debían ser sus abuelas y que no se despegaban de su lado. La verdad es que no lo había tomado como algo anormal, porque todos tienen cerca a algún fantasma que los acompaña, que les hablan aunque no puedan escucharles.
      —¿Y qué le va a suceder?
      «Un accidente. Vamos, pequeña, acompáñame a casa. Descansa conmigo de tu viaje por el mundo».
      Julie le abrazó, enterrando la cara en su oscura capa negra, disfrutando del dulce aroma que desprendía.
      A rosas. Como si estuviera acostada en un jardín con decenas de rosales en flor.
      —¿Y no tienes que recogerlo tú?
      «No, esta vez se encargará uno de mis emisarios.



      Nadie fue testigo de cómo La Muerte acogía a su hija en brazos y los transportaba a ambos a un mundo en el que el tiempo no existía y solo moraban los elegidos para ser los acompañantes de las almas de los mortales cuando sus vidas se cortaban abruptamente.


      «A un angelito vi a través de una ventana…
      Me miró a los ojos y entonces lo decidí…
      Sería mi hija, alma de mi alma, guardiana de mi soledad…
      A un angelito vi…
      Y en mi familia lo convertí…».
      Julie cerró los ojos arropada por la grave voz de su padre, quien la mecía en sus brazos en el dormitorio principal de la mansión. A su lado podía descansar, a su lado era feliz, a su lado estaba segura y nada malo le iba a suceder.
      A su lado había encontrado lo que muchos mortales llamaban paraíso.



      Mientras en el parque…



      —¿Por qué me llamaste, mamá? No ves que me lo estaba pasando bien.
      Alicia observó de reojo a su hijo mientras atendía a los chismes que escribían sus amigas en el grupo de WhatsApp. ¡Qué fuerte que Ana se había liado con el profesor de Zumba a espaldas del marido!
      —Porque estabas haciendo mucho ruido y eso es molesto —acabó respondiendo a su hijo.
      Estaba cansada de tener que estar parada en un banco del parque, al sol, cuando podría estar en la playa tumbada en la arena o en la piscina, o mejor aún, durmiendo la siesta como hacía tiempo que no lo hacía.
      Pero en verano no tenía la misma libertad que en invierno. De verdad que ya estaba deseando que comenzara la escuela para poder disponer de tiempo para sí misma y no salir solo porque le tocaba acompañar a su hijo.



      «—No ves que el niño no puede estar todo el día en casa sin hacer nada. ¡Qué salga, que tome el aire fresco! —recordó las palabras de su marido.
      —Pues sácalo tú, a mí también me gustaría tener una tarde libre para poder dormir la siesta en el sofá como haces todos los días.
      —Pero yo trabajo, y tú estás todo el día en casa. Es lo mínimo que puedes hacer, sacarlo al parque para que se despeje un poco.
      —¡No es justo! —protestó varias veces mientras escuchaba como su hijo gritaba desde la entrada del piso que se diera prisa que quería ir ya al parque.
      —Pues trabaja tú y yo me quedo todo el día rascándome el culo en casa. A ver si te parece justo o no —le echó en cara su marido sin moverse de donde estaba, tirado en el sofá con uno de esos documentales de animales que nadie veía pero que lo tenían puesto como ruido de fondo.»



      —¡Mamá! ¿Me escuchas?
      La voz de su hijo la devolvió a la realidad. Levantó la mirada de la tintineante pantalla del móvil y le gritó.
      —Sí, coño, te escucho y medio parque también. Haz menos ruido, joder. Estoy cansada y si estoy aquí tirada en este banco es por tu culpa, ve a jugar y si vuelves a hacer ruido o a portarte mal te llevo a casa corriendo y te quedas castigado sin videojuegos una semana. ¿Me has entendido?
      —Sí.
      —No te he oído bien.
      —Qué sí, que te entendí —gritó el niño antes de alejarse hacia los columpios, ignorando los chillidos de su madre recriminándole lo maleducado que era y como cada día se parecía más a su padre.



      Alicia revisó la hora una vez más. Las siete. Cuando llegara a y media lo llevaría a casa. Que lo aguantara el padre un poco que ella trabajaba todos los días del año y también merecía vacaciones.
      —Mira mamá, mira lo que hago.
      —Muy bien, Adrián, muy bien —gritó a su vez, sin llegar a mirar realmente lo que estaba haciendo su hijo. Era agotador que estuviera todo el día exigiéndole atención, que gastara cada minuto de su día en él, que mirara todo lo que hacía, que lo elogiara hasta cuando dibujaba mal cuatro rallas y decía que era un coche de carreras…
      Estaba cansada de su monótona vida.
      —Mira mamá lo que…
      Gritos de mujeres y de niños.
      Alicia levantó la mirada del móvil y cuando vio lo que vio, sintió que el mundo se abría a sus pies y la engullía.
      Dejó caer el móvil al suelo. Dejó olvidado el bolso en el banco. Dejó olvidado todo el cansancio, el dolor por un matrimonio que cada día iba a peor, dejó atrás el sentimiento de que estaba perdiendo los mejores años de su vida…
      Y corrió hacia su pequeño, hacia su hijo… quien yacía en el suelo boca arriba en un gran charco de sangre.
      Corrió hasta quedar arrodillada al lado de él.
      Gritó.
      Quiso morirse ahí mismo.
      Su pequeño permanecía muy quieto, con la mirada fija y apagada, con… la cabeza abierta… y tanta sangre.
      Había tanta sangre.
      «No ves que me agotas. Cállate un poco. Vete a tu cuarto y deja de incordiar. No te metas en las conversaciones de los mayores. Agotas de verdad. Eres agotador. ¿Eres tonto o te lo haces? Eres…»



      Gritó. Lloró. Abrazó el cuerpo sin vida de su hija mientras llegaba la ambulancia hasta donde se encontraban.
      Todo lo demás quedó olvidado. Desde ese día el sentimiento de culpa la acompañaría siempre.

      «Mira mamá lo que hago». 





      Entrevista y Halloween

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      Buenos días a todas!!!

      Espero que paséis un buen día. Hoy paso corriendo por el blog para comentaros que Ester FG me entrevistó la semana pasada y ayer subió la entrevista en su blog. Me lo pasé genial respondiendo cada pregunta que me envió y espero que os guste cómo quedó. Recordad que los comentarios en los blogs son muy importantes y se agradecen, Ester ayuda muchísimo a las autoras y a los autores y quiero añadir que es una gran mujer a la que tengo el placer de llamar amiga. 








      Por el momento no hay muchas más novedades, sigo escribiendo, realizando muñecos con fimo y lana de fieltro y deseando publicar todo lo que tengo pendiente por finalizar. 

      ¡Ah! Ahora mismo estoy acabando las correcciones profesionales de Belleza oscura y El guerrero de mi destino, gracias al trabajo de dos correctoras muy buenas. Están quedando de lujo las nuevas ediciones. 



      Y quien quiera animarse a participar en el grupo LAS CHULÍSIMAS DE SHEYLA DRYMON, comentaros que además de juegos, encuestas, relatos gratuitos, sorteos... podéis participar en la Antología Halloween con un relato (de dos páginas máximo) bien romántico, de terror, etc pero eso sí, que aparezca la festividad de Halloween. 

      Con todos los relatos recibidos por mensaje privado en Facebook realizaré una Antología para distriuir de manera gratuita. 
      ¿Te animas a participar?







      Y hasta aquí las novedades de esta semana. Espero que paséis un buen jueves. 




      Relato de Halloween: Pacto

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      ¡Buenas tardes a todas! Espero que paséis un buen fin de semana. Hace tiempo que no actualizo el blog, pero como se acerca Halloween os dejo de regalo un relato romántico paranormal, titulado: PACTO.

      Espero que os sorprenda. Aviso: es un poco diferente, pero perteneciente al género paranormal con toques "románticos" o casi...












      Pacto

      Azahara Vega















      Título: Pacto
      Autora: Azahara Vega
      Obra registrada en Safecreative: 1610229535840
      Imagen portada: Pixabay
      Maquetación, corrección: Azahara Vega
      Octubre 2016
      Relato gratuito




      «¿No te prohibí seguir a este humano?».
      La voz de su jefe sobresaltó a Aileen quien se removió inquieta en el sitio sin dejar de observar al hombre al que debía proteger.
      «Me ordenaste que lo protegiera, que me convirtiera en su ángel de la Guarda. Es lo que estoy haciendo».
      «Y hace una semana te ordené que lo dejaras tranquilo, que regresaras a la base hasta que te colocara en otro nuevo proyecto», él se acercó hasta que quedó a escasos centímetros de su trabajadora. La observó desde arriba al sacarle más de dos cabezas en altura.
      Aileen tragó con dificultad. Tener a su jefe tan cerca la ponía muy nerviosa, era muy intimidatorio. Se movió un paso hacia atrás y soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo al ver que él no se movió del sitio.
      «No puedo dejarlo… No puedo», acabó susurrando ante el tenso silencio que imperó entre los dos tras las palabras de él. Era difícil reconocer lo que estaba haciendo, la debilidad que sentía por ese humano… Pero no podía ocultarlo por más tiempo, no cuando sentía que iba a morir si se veía obligada a separarse de él para siempre regresando a la base.
      La tierra tembló. Los mortales que los rodeaban y que eran incapaces de verlos jadearon por la sorpresa y el susto ante el terremoto.
      —¡Un terremoto!
      —¡Cómo es posible!
      El poder que irradiaba su jefe era terrorífico, pura furia candente que la estaba asfixiando.
      «No lo volveré a repetir, Aileen. Regresa a casa o…».
      «¡No puedo! Es que no lo entiendes. ¡Lo amo!», gritó sin poder contener las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas, provocando que sus plateados ojos brillaran con intensidad. «No puedo dejarlo, si hace falta… ¡Dimito! Hazme humana, quítame mi inmortalidad porque…».
      Esta vez no lo vio venir. Antes de que llegara a finalizar la frase, se vio envuelta en unos fuertes brazos que la atraparon contra un férreo pecho.
      «¡Nunca! Me oyes, ¡nunca te dejaré ir! Eres…».
      «¡Una trabajadora que te está pidiendo que la despidas o si lo prefieres que me castigues arrancándome la inmortalidad!», intentó separarse tras echarle en cara lo que por tanto tiempo tenía miedo de decir. No pudo hacerlo, no pudo alejarse de él.
      «¡Me perteneces, Aileen, desde el día en que recogí tu alma eres mía!», bramó él, antes de atrapar sus labios y darle un brutal beso.
      Ella se removió. Chilló. Lloró.
      ¡No! No quería eso. Ella amaba al gentil humano, al hombre al que enviaron a proteger desde las sombras del mundo inmortal, acompañándolo día y noche, enamorándose poco a poco de él. Amaba sus sonrisas, cómo ayudaba al prójimo, su gran corazón, su suave voz, su…
      Al notar cómo la lengua de su jefe entraba en su boca, Aileen acabó mordiéndole, consiguiendo así que la liberara.
      Se echó hacia atrás, mirando con temor al hombre que tenía ante ella. Alto, poderoso, con largos cabellos negros, unos ojos del color del fuego, con una presencia que intimidaba, su magia crepitando alrededor de ellos provocando que jadeara por falta de aire…
      Era el Rey de los muertos, el amo del Infierno y del Cielo, quien gobernaba con mano dura el Reino de las almas, quien le tendió la mano en su lecho de muerto para llevarla a la base dónde le ordenó que a partir de ese día se convertiría en un ángel de la Guarda.
      A lo largo de los siglos protegió desde las sombras a miles de humanos y humanas, regresando a “su hogar” cuando estos morían y los conducía hasta las puertas del Reino de los muertos. Pero nunca le pasó lo que le sucedió con el último… Se acabó enamorando.
      «Aileen…».
      La voz de su jefe la devolvió a la realidad, sacándola de los recuerdos. Levantó la cabeza y lo miró a los ojos. Vio furia, rabia, poder y algo más que no identificó.
      «¡No! No quiero esto. Estoy enamorada de él…», señaló con la mano al humano que seguía contemplando el paisaje mientras sacaba algunas fotografías. Trabajaba como fotógrafo profesional y estaba preparando un libro de fotografías de la ciudad.
      «¿Amor? ¿De verdad crees que le amas? ¿A un mortal?», se burló con crudeza el hombre que tenía ante ella, mostrando una mueca irónica que profundizó la oscuridad que se percibía en su rostro.
      «¡Sí! Le quiero, y deseo ser mortal para…».
      «¿Vivir feliz junto a él?», esta vez la carcajada que soltó la enfureció. ¡Cómo se atrevía a burlarse de ella, de lo que sentía!
      «Sí, vamos a ser felices y…».
      «¿Y qué sucede con lo que él quiere? ¿Has escuchado sus deseos o estás siendo egoísta al creer que lo amas y por tanto te pertenece?», preguntó observándola con atención, poniéndola muy nerviosa, con el corazón golpeando con fuerza contra su pecho.
      «Él…».
      «¿¡Él qué!?», repitió su jefe, avanzando hacia ella, su capa negra ondeando con el viento. «¿Crees que te elegirá sobre todo? ¿Qué te convertirás en el amor de su vida?».
      Iba a gritarle que sí, que iba a ser feliz a su lado pero antes de que pudiera hacerlo quedó paralizada al ver cómo se aparecía tras el humano y la miraba con furia antes de decirle:
      «Si de verdad crees que este humano te iba a hacer feliz… Comprobarás con tus propios ojos que no es así».
      Aileen no pudo hacer nada más que gritar al ver como su jefe lanzaba al humano por el puente, tirándolo desde más de veinte metros al río.
      Los gritos de ella se mezclaron con los de los humanos que paseaban a esas horas por el lugar. Creían que habían presenciado un suicidio, ella sabía la verdad…
      Había provocado la muerte del hombre que amaba.
      Escuchó unos pasos a su espalda. Estaba de rodillas en el suelo, llorando y gimiendo de dolor, de angustia, de rabia…
      Una mano se posó sobre su hombro y se lo apretó, obligándola a levantarse.
      No levantó la cabeza. Se quedó mirando el empedrado suelo, llorando en silencio, sintiendo todo el peso del mundo sobre ella.
      «Ahora veremos si te elije a ti, si acepta ese amor puro que estabas dispuesta a entregarle», sentenció su jefe antes de llevársela de vuelta a la base, dejándola en la habitación que poseía junto a las demás mujeres que trabajaban para él. Eran miles de ángeles de la Guarda que residían en la base, y todas poseían habitaciones privadas en las que descansar entre protegidos.
      Sabían de la existencia de otra base en la que residían los hombres, separados para evitar tentaciones al ser una norma del Reino, no podían unirse dos inmortales a no ser que tuvieran el permiso escrito del Rey, de ser así irían a vivir a otro lugar si elegían permanecer como inmortales al Soberano o reencarnarse para aventurarse a vivir una vida mortal.



      Dos días después



      Llevaba dos días encerrada en su cuarto, sin salir ni siquiera para alimentarse. Dos veces al día le llevaban comida pero acababa intacta, se la volvían a llevar de regreso a las cocinas sin tocar.
      Aileen no tenía hambre, solo quería dormir y llorar, odiando cada vez más lo que había pasado, cómo era su vida, el sentimiento de culpa que la corroía por dentro.
      Se movió en la cama, cambiando de postura, sin dejar de llorar. Las lágrimas se deslizaban silenciosas por sus mejillas. Lágrimas por ella, por el humano del que se enamoró, de rabia y odio hacia su jefe, hacia su Rey, hacia el hombre que le regaló una segunda vida cuando le dio la oportunidad de elegir convertirse en una de sus empleadas.
      Escuchó golpes en la puerta y luego como alguien entró en el cuarto. Ella ni siquiera se movió, siguió tumbada de lado en la cama, abrazando la almohada en busca de un confort que sabía que no iba a encontrar.
      —Aileen, el jefe te llama. Ve a su oficina.
      —No quiero ir.
      Un suspiro. No hizo falta mirar para reconocer quien fue a buscarla, la conocía desde hacía siglos, era su amiga desde que llegó a la base. Astrid era agradable y tenía un corazón enorme, pese a que cargaba duros recuerdos de su vida como humana pues había muerto tras ser brutalmente violada por vikingos enemigos que invadieron su pueblo.
      —Sabes que no puedes negarte o serás castigada.
      Ante esas palabras sí que reaccionó, sentándose de golpe en la cama y mirando con furia a su amiga.
      —¡Y qué mayor castigo hay a que haya asesinado al hombre que amaba! —le gritó a su vez, agarrando con fuerza la almohada.
      Astrid negó con la cabeza al tiempo en que se acercaba a la cama. Odiaba ver así a su amiga, tan derrotada, con unas ojeras que se veían de lejos y que cubrían sus hermosos y llorosos ojos, labios agrietados y blanquecinos, pelo revuelto y luciendo pálida, y más delgada de la última vez que la vio.
      —No sé qué decirte, Aileen, pero sabes que no puedes quedarte encerrada en tu cuarto para siempre. Ve a verle, enfréntate a él, pide que te castigue enviándote lejos o convirtiéndote en humana, pero sal de este encierro. Lo pasado, pasado es y no puedes hacer nada por cambiarlo.
      —No me digas qué hacer si no tienes ni idea de cómo me siento —le echó en cara, mientras lanzaba la almohada al suelo con rabia y se levantaba de la cama, paseando nerviosa y furiosa por el cuarto.
      Astrid no se inmutó, solo se quedó parada con los brazos cruzados sobre el pecho.
      —¿Quieres que te recuerde cómo morí? ¿Debo relatarte con pelos y señales cómo más de veinte guerreros me violaron a la fuerza, me golpearon y acabé reventada, ensangrentada y…?
      —¡Basta! No digas más, no quiero… —Negó con la cabeza Aileen, deseando no escuchar más de ese relato horrendo. Conocía la historia y sabía lo doloroso que era recordar a Astrid, no quería que le hablara de esa vida, de ese pasado, ahora no era una débil humana, casada con un hombre que no conocía pero que fue el elegido por sus padres, y violada hasta la muerte por los vikingos que invadieron su pueblo. Era Astrid, su mejor amiga, una gran ángel de la Guarda que siempre mostraba una sonrisa.
      —Pues deja de pensar que eres la única que ha sufrido en este mundo, todos tenemos un pasado que deseamos mantener oculto, todos hemos sentido el odio que sientes… Hasta el jefe… —Antes de que Aileen le interrumpiera, levantó la mano y la acalló con ese gesto—… Sí, aunque no lo creas, hasta él ha sufrido en su vida. La inmortalidad es una pesada carga que todos llevamos y nos acompaña cada día, recordándonos lo que tuvimos, lo que perdimos, lo que nunca tendremos. Ve a verle, Aileen, habla con él, pídele que te libere, no sigas escondiéndote aquí.
      No quería ir y verle. Solo quería seguir hundiéndose en la autocompasión, en el odio, en la rabia y en la culpa.
      Pero sabía que su amiga tenía razón, tenía que enfrentarse a su destino…
      Asintió con la cabeza al tiempo en que decía:
      —Está bien, iré ahora mismo. Quiero que me convierta en humana de nuevo, no soporto vivir así… —No pudo acabar la frase pues se le quebró la voz.
      —Te acompañaré hasta su oficina. Vamos —le aseguró Astrid, abriendo la puerta del cuarto, esperando a que Aileen se pusiera a su lado.
      Ambas caminaron silenciosas por la base, una mansión inmensa en la que convivían las mujeres y en la que el Rey poseía un despacho al que acudía varios días a la semana, pues los otros iba a la base masculina, dividiendo su tiempo entre todos los empleados que tenía a su cargo.
      Aileen ignoró las miradas curiosas de las compañeras que se encontraban por el camino, no quería ser el centro de atención pero estaba segura que todas a esas horas sabían lo que le había pasado. Los chismes viajaban más rápido que ellas y eso que eran capaces de teletransportarse en apenas unos segundos del mundo mortal al inmortal con solo un pensamiento.
      El camino terminó antes de lo esperado.
      —Decidas lo que decidas, Aileen, recuerda que te quiero y que deseo que seas feliz.
      Se sorprendió ante las palabras de Astrid y estuvo a punto de llorar de nuevo. Abrazó a su amiga antes de separarse y esperar a verla desaparecer por el pasillo quedando de nuevo sola. Se giró y se enfrentó a la puerta de madera del despacho del Rey.
      Tomó aire y lo soltó con lentitud antes de golpear la puerta un par de veces.
      Unos segundos en silencio antes de que se escuchara la grave y oscura voz de su jefe:
      —Entra.
      Abrió la puerta y se quedó congelada al ver quién estaba en el despacho. Su jefe no estaba solo, a su lado se encontraba el humano que…
      —¿Qué haces aquí? —acabó preguntando con apenas un susurro y la voz rota por la emoción. Sentía alegría por volver a verle, sorpresa, pena al saber que si estaba ahí era porque estaba muerto…
      —Cierra la puerta, Aileen. Esta reunión no necesita más testigos. —De nuevo la voz de su jefe la devolvió con dureza a la realidad.
      Hizo lo que él le pidió, cerrando la puerta y quedando a unos pasos de hombre al que amaba, al que…
      —Humano, es la hora de tu decisión.
      Aileen se sobresaltó ante el tono exigente de su jefe, ante la mirada nerviosa del mortal y el tenso silencio que se formó en torno a ellos tres.
      ¿Qué es lo que pasaba? ¿Cómo era posible que el humano estuviese ahí? ¿Acaso iba a convertirse en uno de los nuevos ángeles de la Guarda? ¿Podría verle a partir de ese momento? ¿Convertirse en su pareja para toda la eternidad?
      Toda la ilusión y la esperanza que se agolpó dentro de ella, abrazando con calidez su corazón se rompió en miles de pedazos, al escuchar:
      —Elijo vivir. —Él evitó mirarla, incapaz de soportar el dolor en los ojos de la mujer.
      Llevaba dos días observándola desde el cuarto al que le enviaron cuando despertó a las puertas del Reino de la Muerte. Todo sucedió muy rápido. Él estaba sacando fotografías al paisaje urbano desde uno de los famosos puentes de la ciudad y a los segundos… estaba muerto. Se había caído por el puente, según le dijeron.
      ¿Cómo fue posible? Sospechaba que lo habían asesinado y no tenía ni idea del por qué, hasta que el que se decía llamar Soberano del Reino le indicó que estaba ahí para tomar una decisión. Elegir vivir o elegir el amor del ángel de la Guarda que lo protegía desde que fue mayor de edad.
      Fue muy duro aceptar la realidad. Que él había muerto y los ángeles existían, y para desgracia él tenía uno que se había enamorado de él y por eso ahora estaba donde estaba, enfrentándose a un hombre que parecía sacado de las peores pesadillas que podían atormentarte por las noches y que le exigía una decisión: vivir o quedarse en el Reino siendo pareja de su ángel de la Guarda.
      Lo tuvo muy claro, pese a ver a la mujer que lo protegía desde las sombras, pese a verla llorar y susurrar en sueños su nombre, pese a comprobar su excepcional belleza…
      Quería vivir. Él no creía en el amor y menos de alguien a quien no conocía, que se suponía que debía protegerlo y no lo hizo.
      Así se lo hizo saber, pese a la llorosa mirada de ella.
      —Elijo vivir.
      No fue testigo de la sonrisa del Rey, solo vio el dolor en los plateados ojos de la mujer que temblaba y lloraba ante él.
      —Que así sea.
      Antes de que pudiera decir algo más, sintió como su cuerpo era traspasado por una corriente eléctrica que…



      —Señor, ¿se encuentra bien?
      Thomas abrió los ojos y tosió, escupiendo agua. Miró con asombro y miedo a su alrededor, sin dejar de toser. Estaba en la orilla del rio, rodeado de personas que lo miraban con sorpresa, muchos de ellos grabando lo que pasaba con sus móviles.
      —¿Qué ha pasado? —preguntó con voz grave, sin dejar de escupir agua al suelo. Estaba empapado, temblando de pies a cabeza y sentía que sus pulmones estaban a punto de explotar.
      —Le hemos rescatado del agua, parece que se ha caído o…
      —Me tiraron, yo no me caí ni me intenté suicidar —gritó con furia Thomas, al tiempo en que se levantaba ayudado por uno de los hombres que le rodeaban.
      —Está bien, como digas. Espere aquí mientras llega la ambulancia y…
      Thomas no escuchó nada más. Miró al cielo y estuvo a punto de llorar. Estaba vivo. Vivo…
      ¿Acaso todo lo que pasó era fruto de la caída? ¿Fue todo una maldita pesadilla?
      «No, humano. Fue real y tú hiciste tu elección. Elegiste vivir por encima del amor eterno de tu ángel de la Guarda. Un Rey siempre cumple su promesa… Estás vivo, y tienes décadas por delante… antes de que te reencuentres conmigo. ¿Cómo vivirás esta segunda oportunidad?».
      Esa voz… reconoció esa voz. El miedo le golpeó con fuerza, dejándolo de rodillas en el suelo, abrazándose con sus brazos, ignorando los gritos de sorpresa y de preocupación de los que le rodeaban.
      Fue real… Todo fue real…
      ¿Cómo iba a vivir ahora al saber que todo lo que le pasó fue real? Que había estado muerto y…
      Unos ojos plateados mirándolo con dolor y pesar aparecieron en su mente, ahogándolo al sentir culpa. Esos ojos… lo acompañarían a lo largo de los años, atormentándolo cada noche… y aún no lo sabía.



      Veintiséis años después



      De nuevo estaba en el lugar que por tantas noches lo atormentó en sus pesadillas. Frente a la puerta de madera que conducía al despacho del Rey de los muertos, quien lo asesinó hacia años y le devolvió a la vida tras ofrecerle una elección.
      Sí, vivió veintiséis años, pero no fue feliz. En cada cita que tenía con una mujer recordaba esos ojos plateados mirándolo con pesar, cuando le dijo el SÍ quiero a su ex mujer vio esos ojos llorosos cuando le miró a la cara. Cuando nació su hija le sucedió lo mismo… No podía olvidar al ángel que entregó por su vida, por regresar de la muerte. Esa mujer le torturó cada noche con su recuerdo, provocando un divorcio que le destrozó la vida y lo alejó de su única hija.
      Al final de su vida, vivía por y para el alcohol, trabajando esporádicamente, incapaz de mantener una relación cordial con su hija, hasta que… su cuerpo no aguantó más y acabó emborrachándose hasta la muerte.
      Y tras morir de nuevo… se encontraba en el lugar dónde todo ocurrió.
      Cuando estaba a punto de golpear la puerta, esta se abrió sola. La empujó para abrirla del todo y se quedó paralizado ante lo que vio.
      Delante de él estaba el Rey de los muertos, tal y como recordaba, sentado en su escritorio, sonriendo con maldad, mientras sujetaba de los cabellos a una mujer que le estaba… le estaba…
      —Chupa más fuerte, querida… Y esta vez, trágatelo todo… —ordenó el Rey sin dejar de mirar a los ojos al recién llegado, disfrutando de la furia que vio en ellos. Entreabrió los labios y gruñó antes de correrse en la cálida boca que lo acogía y lo chupó hasta su liberación. Llevaba décadas esperando ese momento, planificando cómo sería el reencuentro… de la mujer que lo atendía cada noche y ese humano que lo miraba con odio grabado en su rostro—. ¿Te ha gustado tanto lo que has visto que te has quedado sin palabras? —se burló, sorprendiendo esta vez a la mujer que no se había percatado de que no estaban solos.
      —¿Qué? —preguntó ella echándose hacia atrás, tras haber tragado el último vestigio de placer de su jefe. Seguía de rodillas en el suelo, ante el escritorio, con los cabellos revueltos, los ojos brillantes y los labios enrojecidos…
      —No te hablaba a ti, querida, si no a nuestro invitado.
      Esta vez la mujer se giró y soltó un grito de sorpresa, llevándose una mano al corazón.
      Él… El humano que amó…
      «¿Lo vio todo?».
      —Sí, preciosa —respondió su jefe, al tiempo en que se agachaba y la abrazaba desde detrás, depositando un cariñoso beso en su cabeza—. Presenció cómo te encargas de tu Rey, cómo me elegiste para follar ante el vacío que te provocó su rechazo, cómo te gusta tomar mi polla entre tus lujuriosos labios y chupármela hasta que exploto de placer, como…
      —¡Cállate! —gritó Aileen echándose hacia delante, liberándose de ese asfixiante abrazo, para luego levantarse del suelo y quedar ante los dos hombres que marcaron su existencia tras la muerte—. ¿Cómo has podido permitir que él vea…? ¿Cómo no me avisaste que no estábamos solos?
      El Rey se encogió de hombros y esbozó una cruel sonrisa.
      —Estabas tan metida en tu papel de…
      Aileen se acercó hasta él y le pegó una bofetada antes de que llegara a terminar la frase.
      —No te atrevas a decir ni una palabra más. ¿Cómo te has atrevido a hacerme esto? A… No tengo palabras, no… —Negó con la cabeza antes de salir corriendo del despacho llorando abiertamente, maldiciéndose por dentro por lo que había pasado, por todo lo que sucedió a lo largo de esas décadas desde que perdió al humano que una vez amó.



      —¿Lo tenías todo preparado, no? —la pregunta del humano no le tomó por sorpresa.
      Hades sonrió mientras cerraba la cremallera del pantalón.
      —No lo niego —confesó, observando con atención al humano que le había robado el corazón de su Aileen. Ella siempre fue suya, desde el instante en que la vio en su lecho de muerte, en ese jergón lleno de pulgas en el que colapsó por la peste en la época medieval.
      No fue amor a primera vista, ni deseo, fue… cuando la miró a los ojos supo que era suya.
      Y así lo consiguió. Tuvo que romper a su juguete para que acabara en sus brazos. Tuvo que esperar a que ella aceptara sus besos, se entregara con pasión… cuando lo perdió todo, cuando su corazón se rompió por culpa de un humano.
      No se arrepentía de haberla tomado cuando estaba más débil, ni de mantenerla a su lado cada noche, amándola en cuerpo… pues su alma ya le pertenecía desde que se la llevó a su Reino y la convirtió en un ángel de la Guarda, pese a que su destino era ir al Cielo.
      Él poseía todo aquello que ansiaba. Su Reino, el control absoluto de la vida y la muerte… y el corazón, el cuerpo y el alma de la única mujer que alteró su oscuro corazón con solo mirarlo.
      —Ella te odiará por hacer esto y…
      Hades lo interrumpió con una mirada. Podía oler el miedo en el aire. Ese humano era patético. Aún no comprendía qué vio su Aileen en ese ser para estar dispuesta a perder el don de la inmortalidad que le regaló. Quiso destruirla por eso, por rechazarle, por negar que le pertenecía, que su vida inmortal era gracias a él…
      Lo consiguió y al final conquistó su cuerpo.
      —Siempre me ha odiado —reconoció tras unos segundos de tenso silencio entre los dos.
      —¿Y por qué la quieres?
      —¿Querer? ¿Acaso crees que la amo? —Hades se rio, echando la cabeza hacia atrás, sus largos cabellos oscuros acariciándole los hombros. Ese humano era gracioso. Hablarle a él de amor…
      —Si no lo amas por qué la obligas a… a…
      —¿A chupármela? —acabó la frase Hades, sonriendo con burla, disfrutando al ver el odio en los ojos del humano—. Porque es mía, mi juguete para romper y para disfrutar de ella cuando yo lo desee.
      —¡Ella no es un juguete! —bramó con furia Thomas atreviéndose a acercarse al otro hombre dispuesto a darle un puñetazo.
      —No, no lo es para ti, humano. Tú la llamarías moneda de cambio, después de todo… me la entregaste para volver a la vida. Renunciaste al amor puro y desinteresado que ella te ofrecía con tal de vivir… Ahora dime, ¿qué tal te fue? ¿Cómo viviste? ¿Fuiste… feliz? —volvió a burlarse Hades, rompiendo a reír de nuevo. Saboreando la venganza que por tantos años planificó.
      Lo vio venir. El humano tenía agallas, tal vez podía servirle como ángel de la Guarda para los infantes.
      Le detuvo antes de que le dieran un puñetazo, apretándole el brazo a punto de rompérselo.
      —Aunque ya estés muerto, estás en mi mundo, puedo hacerte sentir dolor, torturarte de tal manera que desees desaparecer, si vuelves a…
      Thomas se separó de un brusco tirón antes de girarse y encararse al otro hombre de nuevo. Toda la rabia que por años se acumuló en su ser, explotó, consiguiendo golpear una y otra vez al maldito Rey.
      Este cayó hacia el escritorio, pero le respondió con una burlona sonrisa como si esos golpes no significaran nada para él, como si fuera un berrinche de un niño malcriado que era ignorado por sus padres.
      —Maldito hijo de puta, ¡te voy a matar!
      —¡Déjalo en paz!
      Ambos hombres se sorprendieron al ver entrar de nuevo a Aileen. Ella lucía destrozada, con los ojos inyectados en sangre, pálida, temblorosa, y… furiosa.
      —¡No te atrevas a golpearle!
      Hades gruñó por dentro, maldiciéndose al sentir celos. Unos celos que lo corroían por dentro, que lo envenenaban y lo enviaban al borde de la locura. Quiso destruirles, a esos dos. A ella por no ver que le pertenecía, que era suya y estar dispuesta a entregarse a otro hombre. Al humano por ser el objeto de deseo de Aileen. Consiguió joderles la vida a los dos, disfrutando internamente al ver como el humano vivía una vida desgraciada, y como Aileen caía en sus brazos, convirtiéndose en su amante, calentándole la cama cada noche.
      Y ahora… comprobaba que pese a su poder, pese a tener el peso de la vida y de la muerte sobre sus hombros… no había podido borrar la devoción de Aileen hacia el humano, a quien defendió con furia desde la puerta del despacho.
      Quiso gritar por primera vez en su existencia. Destruir su Reino, cerrarlo y condenar a toda la humanidad a vagar por la Tierra al no tener un lugar al que ir cuando morían.
      Quiso…
      Todo quedó olvidado cuando la vio atravesar el cuarto y avanzar hacia ellos. Relajó su cuerpo y tuvo que aceptar la verdad. Esa mujer era su perdición, y como tal, lo mejor era dejarla ir, si esta vez le exigía ser libre, se lo concedería.
      No podía destruir su Reino por culpa de una mujer.
      Se sorprendió al notar un agudo dolor en el pecho. Nunca le dolió, ni cuando luchó contra los Titanes por el control de los mundos…
      ¿A que era debido? ¿Cómo era posible sentir este dolor cuando el humano apenas le golpeó en la cara?
      —Porque me amas, maldito imbécil. A ver si lo aceptas de una puta vez. Estoy cansada de que te escondas en esa fachada de Rey sin corazón y aceptes que me deseas a tu lado porque me quieres, no solo porque se chupártela bien.
      El discurso acalorado de la mujer los sorprendió a los dos, pero sobre todo a Hades.
      ¿Amor? Él no…
      —Si vuelves a decir que tú no amas la que te va a dar un puñetazo esta vez seré yo.
      Aileen avanzó hacia el hombre que se convirtió en el centro de su vida desde que la condujo al Reino de la muerte, quien la vigilaba durante siglos, quien mostró que le importaba cuando mató a un humano por ella, quien estuvo a su lado cada día hasta que… acabó en sus brazos.
      Esa primera noche lo cambió todo. Astrid no dejó de gritarle que podía ser síndrome de Estocolmo, o agradecimiento o que el otro estuviera jugando con ella…
      No. No era nada de eso. Ella lo supo por como la tomó, como la acarició, veneró su cuerpo, como le besó cada rincón de su piel, como brillaron sus ojos cuando la hizo suya y se movió lenta y profundamente hasta que ella explotó, solo entonces él se permitió dejarse llevar, aplastándola contra el colchón con cada embestida hasta que se corrió, inundándola con su semilla.
      Esa noche fue especial. No solo por la manera en que le hizo el amor por mucho que él dijera que follaron, si no porque la abrazó tras salirse de ella y se quedó dormido a su lado, haciéndola sentir segura… como en casa.
      No era agradecimiento. No se aprovechó de ella.
      La amó, aunque él no lo supiera, aunque él no lo aceptara, aunque él… siguiera negándolo.
      Con el paso de los años pudo comprobar que era capaz de sentir lo que él sentía, y de vez en cuando captar sus pensamientos… Esto se lo calló, no dispuesta a perder lo que tenía, aceptando que él solo la viera como una amante…
      Lo aceptó porque solo la veía a ella, porque era la única a quien llevó a su cama, a quien retenía toda la noche, y a quien abrazaba mientras se quedaba dormido.
      Ella era la única que calentó su cuerpo, quien lo desvistió y lo volvió loco con sus besos, con sus caricias, con sus labios… ella era la única a quien le permitía usar su nombre pese a estar en público, la única que…
      Aprendió que lo amaba desde hacía siglos pero nunca lo reconoció. A veces es cierto el dicho de que para amar hay que perderlo antes…
      —No te acerques a él, ¿no ves que te está utilizando? Me lo ha reconocido, no eres más que un juguete roto para él.
      La voz de humano la sobresaltó y la obligó a cortar la lucha de mirada que mantenía con Hades. Lo que sucedió en ese despacho fue la gota que colmó el vaso. El muy imbécil tenía que aceptar de una vez lo que había entre ellos dos. Estaba cansada de ver que negaba lo evidente para todos.
      —Tú, ¡cállate! Estoy a esta… —Hizo un gesto con la mano, antes de continuar—… de partirte la cara por atreverte a golpearle.
      —¡Tú estás loca! ¿Cómo puedes defenderle? ¿Él te estaba usando como su puta personal y lo defiendes? ¿Acaso eres la puta de este lugar y te arrodillas para chupársela a cualquier hombre que te lo pida?
      Thomas no pudo decir ni una palabra más. Acabó en el aire, siendo asfixiado por un enfurecido Hades.
      —Te voy a destruir.
      Hades iba a acabar con esa alma, la destruiría, pues no merecía atravesar la Puerta de la Muerte y acceder al Cielo de los humanos.
      Apretó con fuerza a un paso de romperle el cuello, pero antes de escuchar cómo sus huesos crujían y se fracturaban, una mano lo detuvo.
      Miró hacia abajo y pudo ver quién fue quien le detuvo.
      —Aileen… —gruñó su nombre, mostrándole los colmillos, sus ojos llameando con fuego, el fuego de la venganza que bullía en su interior.
      —Suéltale.
      —¿Después de todo lo que te ha llamado sigues defendiéndole, sigues…? —«¿Amándole?», pensó esto último sin llegar a decirlo en alto.
      Pese a no terminar la frase, Aileen escuchó lo último que pensó Hades.
      —No, no le amo. Nunca lo amé, lo descubrí cuando me tomaste la primera noche hace tanto tiempo. Estaba enamorada de una ilusión, idealicé cómo sería mi vida a su lado, sin pararme a pensar realmente si lo conocía, si éramos el uno para el otro, si él me miraría como tú lo haces… Te amo, Hades, siempre lo he hecho, así que por favor. Déjalo libre y…
      —Te irás con él. Tú no me amas —respondió con furia Hades, mirándola con pasión, volcando todo lo que escondía su oscuro corazón tras milenios sepultando sueños y deseos incumplidos.
      —Déjalo libre y… te acompañaré a tu cuarto. Te amo y voy a encerrarte en tu… —Negó con la cabeza antes de continuar—… En nuestra alcoba para demostrártelo, aunque me lleve siglos hacerlo.
      Lo dejó caer al suelo.
      Thomas presenció entre jadeos como esos dos lo ignoraron y se abrazaron antes de besarse con pasión, desapareciendo a continuación en un pestañeo, como si se hubieran teletransportado.
      Se hizo un ovillo en el suelo y jadeó con dificultad, notando como le ardía a horrores la garganta. Del infierno había pasado al tormento eterno…
      «Bienvenido, humano… Cuando acabe de enlazarme con mi eterna compañera te asignaré tu primera misión. Creía que serías bueno como guardián de los niños pero te veo mejor… en el Infierno torturando a los condenados…», las carcajadas del Rey de los muertos le provocaron temblores de miedo…
      Ese hombre… ¿lo había planificado todo? ¿Era consciente de la presencia de ella cuando él lo atacó? ¿Por eso se dejó golpear y no se defendió? ¿Estaba esperando a que ella entrara y se pusiera de su lado al ver cómo le estaban golpeando?
      Sospechaba que todo fue un plan que le salió a la perfección al maldito Rey de los muertos.
      Y tanto ella como él habían caído de lleno en su trampa.
      «Dios mío, ¿por qué me pasa esto?».
      «Por haber llamado la atención a mi compañera. Dale las gracias a ella, humano… Después de todo… te iba a destruir, si vives es por ella… Bienvenido a mi Reino, Thomas Cranston».
      Las carcajadas de él le acompañarían en su nueva vida… Un tormento de culpa y odio… eterno… siendo testigo silencioso del enfermizo amor del Rey y de la Reina Aileen, Soberanos del Reino de la muerte.



      FIN







      Ya podéis leer... Terapia Frustrada

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      ¡Buenas tardes, a todas!

      Espero que paséis un buen día. Hoy toca hacer publicidad, así que... ¡vamos allá!


      Gracias a que Amazon se adelantó, ya podéis leer Terapia frustada en ebook por tan solo 2,99 euros. Una historia muy divertida y según mi lectora cero, capaz de hacer que te enamores de lobo feroz. 



      Formato: Versión Kindle
      Tamaño del archivo: 5116 KB
      Longitud de impresión: 145
      Uso simultáneo de dispositivos: Sin límite
      Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
      Idioma: Español
      ASIN: B01NA8558H

      EUR 2,99

      Sinopsis:

      Trabajar como psiquiatra siempre fue el sueño de Alice... hasta que por culpa del destino acabó trabajando como loquera oficial para criaturas inmortales. 
      Y como no podía pasar de otra manera, su vida cambió drásticamente al conocer al paciente 997, un cambiaforma lobo, que la vuelve loca en cada sesión. 
      Las normas que rigen ahora su vida son muy sencillas... 
      1. No enamorarse jamás de alguno de sus pacientes.
      2. No permitir que la toquen durante las sesiones.
      3. No hablarle a nadie de la existencia de razas inmortales.
      Por desgracia ha roto dos de esas tres normas y ahora ha de enfrentarse a las consecuencias.
      ¿Podrá librarse del lobo feroz o... permitirá que este la devore por completo?

      Primer libro de la Serie SoulMate (cada libro se podrá leer de manera independiente)



      AVISO:  aunque ponga serie cada novela se podrá leer de manera independiente, es una serie porque todo sucede en el mismo mundo.

      Las siguientes novelas que saldrán son:

      Grabado en piedra



      Un dragón para Navidad




      No tienen fecha de publicación, pero espero que en unos tres meses podréis leerlas. 


      En mi página Web ya podéis leer el primer capítulo de TERAPIA FRUSTRADA, tenéis que pinchar en el botón azul que ponga Primer capítulo (debajo de la imagen de la portada) y así os descargaréis el primer capítulo de esta novela, y si os gustó ya sabéis, ¡en Amazon la podéis comprar en ebook!








      El lunes que viene, el 28 de noviembre, comenzará la lectura de grupo de Terapia Frustrada en mi grupo: Las chulísimas de Sheyla Drymon, en la que habrá dos ganadoras, y solo hay que pertenecer al grupo, leer la novela, comentarla en el post de la lectura de grupo y dejar un comentario en Amazon. 

      Así de sencillo.








      Y tras todo esto... si aún queréis leer Terapia frustrada, saber que el lobo feroz sigue escalando puestos, poco a poco... 

      ¿Quieres un lobo feroz en tu vida? 




      Hasta otro día ;)




      Novedad: Serie SoulMate

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      ¡Buenos días a todas!

      Espero que estéis pasado unas felices fiestas junto a quienes os quieren. Comenzamos un año nuevo con muchas posibilidades. ¡A por ellas!

      Este año no haré balance del 2016, pues ha sido un año con cosas muy buenas, otras no tan buenas pero en resumen, me quedo con el amor de mi pareja, el orgullo que siento hacia mi sobrino y con lo unida que está mi familia. 

      ¿Qué le voy a pedir al 2017? Salud, suerte y amor. Pues creo que son fundamentales. Para mí y para quienes quiero. 

      Lo demás, lo iré consiguiendo con mi esfuerzo, dedicación y con muchísima ilusión. Como dicen en mi tierra, malo será que no pueda cumplir con los objetivos que me marque. 

      ¿Vosotras qué le vais a pedir al 2017? ¿Qué tal pasastéis las fiestas? 


      Bueno, antes de que me enrolle que siempre me pasa... os dejo la información de la nueva serie que he publicado. Ya están disponibles las dos primeras entregas, y hasta el cinco de enero ESTARÁN EN OFERTA, A TAN SOLO 0,99 EUROS, luego regresarán a su precio original: 2,99 euros. 








      Formato: Versión Kindle
      Tamaño del archivo: 5116 KB
      Longitud de impresión: 145
      Uso simultáneo de dispositivos: Sin límite
      Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
      Idioma: Español
      ASIN: B01NA8558H


      EUR 0,99

      Sinopsis:

      Trabajar como psiquiatra siempre fue el sueño de Alice... hasta que por culpa del destino acabó trabajando como loquera oficial para criaturas inmortales. 
      Y como no podía pasar de otra manera, su vida cambió drásticamente al conocer al paciente 997, un cambiaforma lobo, que la vuelve loca en cada sesión. 
      Las normas que rigen ahora su vida son muy sencillas... 
      1. No enamorarse jamás de alguno de sus pacientes.
      2. No permitir que la toquen durante las sesiones.
      3. No hablarle a nadie de la existencia de razas inmortales.
      Por desgracia ha roto dos de esas tres normas y ahora ha de enfrentarse a las consecuencias.
      ¿Podrá librarse del lobo feroz o... permitirá que este la devore por completo?

      Primer libro de la Serie SoulMate (cada libro se podrá leer de manera independiente)

      SERIE SOULMATE:

      1. Terapia Frustrada.
      2. Un dragón para Navidad. (Publicada)





      Formato: Versión Kindle
      Tamaño del archivo: 1324 KB
      Longitud de impresión: 284
      Uso simultáneo de dispositivos: Sin límite
      Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
      Idioma: Español
      ASIN: B01N7K25XC

      EUR 0,99

      Sinopsis:

      Un dragón.
      Una mujer que busca cambiar su vida.
      Un primer encuentro que los marcará a los dos para siempre .Después de todo...
      ¿Qué dragón encuentra a su compañera cuando está desmayado y a punto de morir a manos de dos hombres lobo?
      Y a diferencia de en los cuentos... en esta novela, es el dragón es el que ha de ser rescatado por la "princesa".

      De regalo:

      Un dragón bajo mi cama, la historia de Drake Morgan, el hermano mayor de los hermanos Morgan.




      Además de esta oferta, tanto Terapia frustrada como Un dragón para Navidad comienzan a tener sus primeras reseñas y comentarios en Amazon. ¡Muchísimas gracias! 


      De la mano del blog de Ester FG, el blog La Puerta de los libros infinitos, tenemos la reseña de Terapia frustrada y de Un dragón para Navidad. 












      En el blog de Ester también han sido nominadas las dos en los PREMIOS INFINITOS, en las secciones de:

      Mejor novela paranormal: están nominadas tanto Terapia frustrada como Un dragón para Navidad.

      Mejor portada: Un dragón para Navidad.

      Mejor autora: Azahara Vega 

      Si os animáis a votar os dejo el link de los premios: AQUÍ




      En el blog de Naya, La obsesión de Naya, podéis leer su reseña de Terapia frustrada. Me alegra ver que te gustó mucho ;)









      Y por último, en La guarida de los amantes, podéis leer la reseña de Terapia frustrada. 









      Y hasta aquí la entrada de hoy. Espero que estéis pasando unas felices fiestas y los Reyes Magos sean generosos cuando pasen por vuestras casas. 

      Hasta la próxima entrada. 



      Un lobo sexy o un dragón

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      ¡Buenos días a todas!

      Espero que estéis pasando un buen día, hoy toca trabajar así que apenas dispongo de tiempo para pasarme por las redes sociales y por el blog. Sé que no lo actualizo mucho pero me podéis encontrar por Facebook, Twitter e Instagram, además de por mi Web. 






      Como véis, le he dado un lavado de imagen para que sea más sencillo poder encontrar mis tres seudónimos y mis novelas. Espero que os guste ;)


      Actualmente estoy escribiendo (o más bien puliendo y rematando) tres novelas: 

      Consumido por el fuego (novela única, romántica gay)

      Salvado por el lobo (novela única, romántica gay)

      Grabado en piedra (tercero de la saga SoulMate, romántica gay)


      Espero poder tener los tres para marzo. 



      En mi grupo de Las chulísimas de Sheyla Drymon de vez en cuando escribo un micro relato para regalar a mis lectoras, ellas son las primeras en leerlo... y ahora lo subo al blog. Es un relatín diferente, divertido y muy tierno. Espero que os guste. 







      Paca, Paca...

      Azahara Vega


      Voy a llamar a la policía.
      Manolo dejó el periódico sobre la mesita de noche y se giró para poder ver a su mujer, quien permanecía tras la cortina observando el exterior con un disimulo parecido al de un elefante en una cristalería. ¡Sí con las luces encendidas los de fuera podían verlos!
      —Paca, mujer. ¡Déjales! Son jóvenes y no hacen tanto ruido.
      Treinta años al lado de su esposa y aún no aprendía el momento en que debía callarse, darle la razón y dejarla cuando entraba en modo "siempre tengo la razón".
      —¿Cómo que no hacen ruído? Si están con esas horrorosas motos encendiéndolas y apagándolas. Ojalá se queden sin gasolina y tengan que regresar a casa andando, para que aprendan. Además, comienzan con las motos y luego acaban haciendo una acampada hippi. —Manolo negó con la cabeza y ocultó la sonrisa al verla negar efusivamente mientras movía los brazos, alertando a los de fuera de su presencia al bailar las cortinas junto a ella—. Y no quiero ver a ninguno de ellos corriendo como Dios los trajo al mundo, mientras se endrogan y se emborrachan. Que ya sabes como son ahora la juventud de hoy en día. —Quien negó esta vez con la cabeza fue ella—. Voy a llamar a la policía, ¡no soporto más este demencial ruído!
      Manolo se encogió de hombros y aceptó finalmente:
      —Haz lo que quieras, Paca. —Tomó el periódico de nuevo y buscó las noticias locales aunque de reojo vio como su esposa caminó hacia la cama, ayudada con el bastón que le regaló en Reyes y que por suerte aceptó comenzar a usarlo. Treinta años juntos y aún la veía hermosa. ¡Qué rápido pasaba el tiempo!
      —¡Me sale un contestador!
      Dejó de lado definitivamente el periódico sabedor que hasta que no se solucionase el problema que tenían con los "vecinos" ruidosos su mujer no pararía.
      —Paca, ¿a qué número has llamado?
      —Al 112.
      —No, mujer llama mejor a la policía directamente es...
      —¡Ya lo sé, Manolo! No me des lecciones.
      Este alzó las manos en señal de paz y optó por cruzarse de brazos y permanecer en silencio para ver como su mujer actuaba.
      —Señorita, os llamo porque tengo una banda de moteros frente a mi jardín. Creo que van a comenzar a tomar esas drogas que toman y a beber, y hacen un ruido que... Sí, se que con las diez y media. Tengo mi despertar al lado del teléfono. ¡¿Cómo que por que son las diez y media de la mañana pueden hacer ruido!?
      Sin darle tiempo a responder al otro lado, Paca colgó de mala manera.
      Manolo estaba a la espera, aguantándose las ganas de reír como podía. Seguro que hasta estaba rojo.
      —Manolo, no te puedes creer lo que me ha dicho la policía. Resulta que...
      No pudo aguantar más. Rompió a reír. Mal. Muy mal.
      Su Paca cuando se enfadaba daba miedo. Sobre todo porque no le iba a hacer esas filloas tan ricas que hacía y el caldo gallego hasta que se le pasara el cabreo contra él.
      «Un libro. Le compraré una novela romántica rosa de esas de mujer que tanto le gustan. Así me perdonará antes. Siempre funciona», pensó él mientras intentaba abrazarla y darle besos.
      Treinta años juntos y la amaba más que el primer día, pese a sus muchos defectos; al igual que ella le aguantaba a él, pese a que fuera un viejo cansino que hablaba hasta con los cactus del banco.


      FIN


      Y continuando con las novedades de esta semana, tanto Terapia frustrada como Un dragón para Navidad siguen en el top 100 de los más vendidos en Amazon. ¡Muchas gracias a todas por hacerlo posible! 


      Y si tenéis curiosidad por ellas, en mi Web podéis descargaros y leer los primeros capítulos de las dos, para ver si os llaman la atención o no. 

      Todas mis novelas están en KindleUnlimited, así que si podéis hasta las váis a leer GRATIS






      Gracias al blog de Claudia in Bookland, podéis leer la reseña de Un dragón para Navidad. Muchísimas gracias, Claudia. Me alegra saber que te gustó. 




      Reseña: AQUÍ



      De la mano de Candy del blog de Alea Jacta Est tenemos las reseñas de Terapia frustrada y Un dragón para Navidad. Muchísimas gracias, guapísima por darles una oportunidad y por reseñarlas.











      Y hasta aquí las novedades de esta semana. Para febrero me acercaré al RA en Madrid así que lo más seguro es que escriba una crónica del Evento y la compartiré tanto por aquí como desde el blog Pasión por la Novela Romántica. 


      Como siempre digo, gracias a todas por apoyarme en mi andadura como autora y si podéis... ¡Comentar las novelas en Amazon, por favor! Ayuda muchísimo a las autoras y a las futuras lectoras, pues mucha gente se decide a leer una novela después de curiosear los comentarios subidos en Amazon. 

      ¡Hasta febrero!


      Pasad un buen fin de semana. 



      Reseñas, Instagram y próximas publicaciones

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      Buenos días a todas!!!!!


      Ya lo sé, hace mucho que no actualizaba el blog, pero estoy más activa por Twitter y Facebook y desde hace dos días Instagram. Si tenéis cuenta me podréis encontrar en estas redes sociales....









      Desde aquí quiero agradecer a los blogs que aceptan reseñar mis novelas, muchísimas gracias por haceros eco de cada publicación, por recomendar mis historias y por dedicarles minutos para leerlas y comentarlas. Sin vuestra ayuda no llegaría a las lectoras. Gracias a todas!!!!!


      Seguro que se me escapan reseñas, así que si habéis reseñado alguna de mis novelas y no están incluidas en el blog en la sección RESEÑAS por favor me podéis contactar por alguna de las redes sociales, me etiquetáis o me enviáis un mensaje privado enviándome la reseña, así os hago publicidad por todos lados y os agradezco vuestras palabras hacia mi novela, que siempre procuro comentar en los blogs.


      Las reseñas que me enviaron en el mes de noviembre son de tres novelas....


      LA PUERTA DE LOS LIBROS INFINITOS











      EL BLOG CAZAFANTASÍA








      BLOG LOS MUNDOS DE MAY









      Además de reseñas, el blog de Los Mundos de May me ha hecho un huequito como autora en su blog. Muchísimas gracias May por todo, me hace muchísima ilusión ver mi ficha de autora en tu blog.









      El mes de diciembre va a ser muy especial por muchísimos motivos, y uno de ellos es la publicación de la segunda Antología ARI en la que participé como editora/coordinadora, autora y correctora. 27 relatos llenos de magia, esperanza y amor que esperamos todas os sorprenda y os enamore. 

      Mi relato Un dragón bajo la cama es un relato lleno de humor, con unos protagonistas fuertes y... el nombre de la protagonista: Alba, lo eligió una lectora quien ganó hace unos meses un premio que sorteé: tres ebooks y elegir el nombre de la protagonista femenina de este relato. Me gustó mucho que le pareciese buena idea a mis lectoras este premio y quiero agradecerles la gran participación que tuvo ese sorteo. Gracias!!!!

      Si lees 27 susurros de amor ya me diréis qué os pareció ;)






      Otro proyecto que espero que me de tiempo a publicar este mes es Un dragón para Navidad, en la que conoceremos la historia de una pareja secundaria del relato Un dragón bajo mi cama (relato dentro de la Antología Solidaria 27 susurros de amor), me lo estoy pasando pipa escribiéndolo, así que... Musas portaos bien!!!!  Que quiero publicarlo antes de Navidad <3 p="">3>






      También os quiero mostrar unos carteles que hice, pues mi novela El guerrero de mi destino estuvo en el puesto nº1 de los más vendidos durante 5 días en Amazon en el mes de diciembre. Me sorprendió mucho la buena acogida de Gaerth y su guerrera, y por eso os quiero agradecer la oportunidad que le habéis dado a esta novela a la que le tengo mucho cariño. 









      hasta aquí, las novedades de esta semana, espero poder daros noticias pronto ;) Gracias por seguirme y por pasaros por mi blog. Os recuerdo que en el lado derecho pinchando en las portadas podéis leer los relatos que subí gratuitamente en el blog, y también los encontraréis en WATTPAD. 

      Pasad un buen jueves!!!!!



      Mega Sorteo Internacional

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      ¡Buenas tardes a todas!

      Hace mucho tiempo que no actualizo el blog, si me seguís por Facebook sabréis que en enero mi abuela cayó al suelo y rompió la cadera, ha pasado más de un mes y medio ingresada y por fin está en casa. 

      Muchas gracias a todas por el apoyo que me distéis en este tiempo. 

      Así que me toca actualizar y poner muchas cosas en este post. Pero lo principal y lo que espero que os llame mucho la atención y os animéis a participar, os quiero comentar que en mi grupo de Facebook: Las chulísimas de Sheyla Drymon se está celebrando dos MEGA sorteos, en el que podrás ganar dos lotes muy cukos, con muchos regalitos y ante todo sin importar de dónde seas. 





      Como véis podéis ganar dos lotes como el de la fotografía. Cada lote contiene lo mismo: una libreta con mensaje positivo (en uno de los lotes la libreta es de color azul/verdosa), un neceser mediano (uno de los neceseres es rosa con la imagen de una nube), dos marcapáginas mías, dos marcapáginas llegados directos del RA de Madrid, una chapa con mensaje positivo (cada lote tendrá una diferente), y dos marcapáginas de la ilustradora andaluza MTKMartuky (un marcapágina de una villana -al azar- y otro marcapágina de Bella -pues es mi cuento favorito de Disney-)









      Aquí están los tres lotes ya preparados esperando a encontrar dueña. El tercer lote o premio será para la lectura de grupo de Aileen que se realizará en el grupo cuando esté publicada en Amazon. 


      LOTE 1: 

      Para poder ganarlo solo hay que pertenecer al grupo: Las chulísimas de Sheyla Drymon, y comentar las reseñas de mis novelas de los meses de febrero y marzo. Hago este sorteo como agradecimiento a los blogs, pues los blogs ayudan muchísimo a las autoras. 






      LOTE 2:


      Para ser la ganadora del lote 2 (o por si quieres tener otra posibilidad de ganar, pues cada lectora puede participar en el sorteo que quiera, como si quiere participar en los tres), habrá que:

      - Ser miembro del grupo: Las chulísimas de Sheyla Drymon
      - Leer alguna de mis novelas (bien como Azahara Vega, Sheyla Drymon o Ursula Brennan) y comentarla en Amazon. 
      - Solo son válidos los comentarios que tengan fecha de febrero o marzo de 2017. 

      Si tenéis alguna amiga que aún no me ha leído y os apetece recomendarme aprovechad ahora, porque así tiene posibilidades de ganar un premio INTERNACIONAL, sin importar de dónde seas. 






      Como véis os intento ofrecer variedad para que podáis participar en uno, o en todos los sorteos, para poder regalaros los lotes. Solo falta la lectura de grupo pero será este mes a finales hasta mediados de abril, así os dará tiempo a leer Aileen. 

      Aviso: que será el único sorteo internacional que voy a hacer este año. Como bien sabéis el envío internacional es muy caro, y esta vez lo quiero hacer certificado para que podáis tener un seguimiento del envío y os llegue sin problemas el paquete. 

      A nivel nacional, haré otro sorteo para junio más o menos que es cuando espero publicar novela nueva. 


      Por eso, si os llaman la atención, ¡apuntáos!

      En base a la participación del sorteo me plantearé en un futuro si hacer más sorteos de este tipo o no. 


      ¡Feliz miércoles a todas! Continúo corrigiendo que ya tengo acabada Aileen, me ha llevado más tiempo del esperado y los relatos han quedado largos pero los protagonistas no querían finalizar sus historias. 

      En primicia os dejo la portada que eligieron las chicas de Las chulísimas de Sheyla Drymon. En agradecimiento a todo el apoyo que me dan, a sus consejos, y porque sin las lectoras no sería autora, quise que fueran ellas quienes eligiesen la portada que más les gustaba. 

      Y aquí está...






      Hasta la próxima entrada que espero que sea dentro de poco. No quiero estar tanto tiempo sin actualizar el blog. 



      Hoy GRATIS

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      ¡Buenos días a todas!

      Hace tiempo que no actualizaba el blog, lo siento. Paso corriendo para comentaros que como hoy es mi cumpleaños quiero celebrarlo con todas, y para esto, he decidido poner dos de mis novelas GRATIS en Amazon.

      Así que si aún no habéis leído nada mío, o no habéis leído paranormal... ya podéis comprar:


      Sediento de amor - Sheyla Drymon

      Terapia frustrada - Azahara Vega


      GRATIS en Amazon. 

      Espero que os sorprendan ;)





      Además de esta oferta que durará solo un día, os animo a pasaros por los blogs que le han hecho reseña a AILEEN, mi nueva novela. Una historia especial, que está dedicada a mi yaya, a mi abuela, Mercedes <3 .="" p="">












      Y hasta aquí las novedades hasta este momento. En mi grupo Las chulísimas de Sheyla Drymon aún podéis participar en la lectura de grupo de Aileen y ser la ganadora del premio que sortearé, un premio jugoso que enviaré por correo certificado a la afortunada. 

      ¡Feliz día a todas!


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      Lectura de grupo de El guerrero de mi destino

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      ¡Buenas tardes a todas!



      Hace tiempo que no pasaba por el blog pero es que estoy más activa por Facebook. Ya lo dije hoy a la mañana en el grupo Las chulísimas de Sheyla Drymon, así que aprovecho para comunicarlo por aquí.


      ¡Ya podéis leer la nueva edición corregida de El guerrero de mi destino! Gracias al gran trabajo de Elena GV, una gran correctora, la novela ha quedado perfecta. 






      Si la habéis comprado en ebook podéis actualizar el archivo desde vuestros kindles o vuestros pcs. No hace falta que volváis a comprarla. Amazon permite descargar las actualizaciones que realicen las autoras de sus obras. 

      Y a lo que iba jejeje


      Con  motivo de esta publicación he decidido realizar una lectura de grupo en mi grupo de Facebook: Las chulísimas de Sheyla Drymon

      Es una lectura de grupo ESPECIAL, es decir, quien participe tendrá de regalo la novela. Pero eso sí, para poder participar hay que:

      1. Ser miembro de Las chulísimas de Sheyla Drymon
      2. Leerla.
      3. Comentarla en el post de la lectura de grupo y en Amazon. 

      Si no se realiza esto la persona que no cumpla los requisitos, no volverá a participar en otra lectura de grupo especial. 

      Quien cumpla estas bases optará a uno de los dos premios, según si es de fuera de España o no.

      Premio Internacional: 2 ebooks míos de regalo más 2 marcapáginas de la Serie SoulMate dedicados enviados por correo ordinario.

      Premio Nacional: 2 ebooks de regalo más un lote de premios que enviaré por correo certificado.


      La lectura de grupo durará desde el 18 de mayo hasta el 18 de junio. Os podéis unir cuándo queráis.

      Las lectoras que ya tengan comentada la novela en Amazon, ese comentario contará para la lectura de grupo, no es necesario que lo borre ni que lo cambie ni nada de nada. Se contabilizará igual pues para ellas es una relectura. 

      Espero que os animéis. 





      Os dejo el LINK DEL GRUPO




      ¡Feliz tarde a todas!






      De todo un poco

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      ¡Buenos días a todas!

      Espero que paséis un buen martes. Hace tiempo que no actualizaba el blog, si es que... Bueno, ya sabéis que estoy más activa por Facebook y sobre todo en mi grupo Las chulísimas de Sheyla Drymon en la que además de lecturas de grupo, sorteos, relatos gratuitos, encuestas y ante todo, un grupo de amigas que adoran la romántica. 


      También en el grupo podéis leer los primeros 8 capítulos de Dulce Navidad, mi primera novela romántica contemporánea, una historia alocada, divertida y muy sensual que espero publicar en julio en ebook y en papel (ya os avisaré)



      ¡A que la portada es preciosa! A mi me encanta. La ha realizado Lorraine Cocó, una gran autora que me sorprendió con este regalo. Es precioso, divertida y alocada. 

      Y sí, está ambientada en la época Navideña pero... es secundario, porque vamos lo que no le pase a Marie... Pobre Marie. 

      Cuando conozca al "maldito imbécil" todo su mundo va a trastocarse y... No os puedo contar mucho más, solo que las risas son aseguradas. 


      En el blog de Alea Jact Est está activo el sorteo de Un dragón para Navidad en el que podéis conseguirlo en papel (si sois de España) o en ebook (si vivís fuera de España). 

      Las bases son muy sencillas, así que, si os gustó esta novela aprovechad el sorteo. 



      El sorteo durará hasta el 10 de julio, así que aún estáis a tiempo de participar. La novela es preciosa, la edición en papel quedó muy bien y es una historia que seguro os va a sorprender. Dos novelas en una, la historia de los 3 hermanos Morgan, 3 dragones muy especiales que os van a robar el corazón (o al menos, eso espero)





      También aprovecho este post para comentaros que en el blog Locas del romance me han realizado una entrevista muy completa y divertido con motivo de ser seleccionada por este blog como autora blogfusión de junio. 

      ¡Qué ilusión más grande me hizo cuando me lo comunicaron! 


      Espero que os animéis a leerla. Es muy especial, íntima, divertida, y hablo de todo sin tapujos y con sinceridad. 

      Ya me dirés qué os pareció. Y por fa, si os gustó, dejadle un comentario en el blog. Cada comentario nutre a los blogs y muestran que valoráis el trabajo que han realizado. (Esto también lo comenté en el NORA cuando me tocó hablar como bloguera en la mesa de blogs)

      Los comentarios son muy importantes y llevan muy poquito tiempo escribirlos. 




      Y no sabéis qué sorpresa me dio también saber que fui nominada a los premios Infinitos en el blog de La puerta de los libros infinitos. 

      Aileen es una novela muy especial para mí, se la dediqué a mi yaya, a mi abuela y la escribí mientras la cuidaba en el hospital los días, horas que me tocaba. 

      Es una novela dulce, especial, llena de emoción, sentimientos, esperanza... pero ante todo, AMOR.

      Si os llegó a gustar y os animáis a votarla (en la categoría de fantasía) os dejo el link de los premios. Ya solo verla nominada es toda una alegría para mi, con eso soy feliz y agradecida. 







      Y para acabar este post tan largo, os quiero recordar que en mi Web podéis leer microrelatos/relatos totalmente GRATIS.

      Os dejo la portada del último que subí y los lins de las dos sub páginas de Microrelatos. 




      Y hasta aquí la entrada de resumen hasta el momento, espero poder avisaros que publico Dulce Navidad en ebook y en papel. Voy a luchar para que salga el mes que viene.

      ¡Deseadme suerte!

      Mientras... pasad un buen junio.


      Fanfic Por y para siempre (Malec)

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      ¡Buenas tardes a todas! Sé que llevo tiemo sin pasar por el blog, así que de regalo os dejo un fanfic que acabo de escribir de la Serie de televisión Shadowhunters. 

      Quien no lo sepa mis comienzos como escritora es con un fic de la serie Cazadores oscuros de Sherrilyn Kenyon, que titulé Quiero ser una buena escudera y que escribía en un foro. Hace ya muchos años (creo que era el 2009) que lo escribí, así que por esos recuerdos, en agradecimiento a todas las que me leyeron y me animaron a que escribiera algo propio... He decidido escribir un fanfic de una serie que adoro, que me encanta y de una pareja que se come a pantalla y las escenas en los libros cada vez que aparee: 

      Alexander Lightwood y Magnus Bane. 


      La serie Shadowhunter no me pertenece, la imagen de la portada tampoco, es una historia de una fan para fans, sin ánimo de lucro, ideando un final, un vivieron felices para siempre pues creo en los finales felices, por eso adoro escribir romántica. 

      En cuanto a mis publicaciones: en septiembre publicaré dos novelas Dulce Navidad ¿o no? y Renacer de las cenizas. Una novela contemporánea y otra paranormal. Ya os avisaré con tiempo. 


      Feliz inicio de semana. 


      Aviso: la historia está tal cual la escribí, la acabo de terminar, 15 páginas en dos horas jajaja. Creo que son suficientes para un fic, espero que os sorprenda. Ya me diréis.










      Por y para siempre

      Azahara Vega




      Infierno, Edom


      Los días eran todos iguales. Cada día se despertaba, acudía a las reuniones que por antemano le dictaban, presenciaba la tortura de las almas condenadas en ese Reino y… se refugiaba en los dormitorios que le entregaron en una de las viviendas desperdigadas por Edom.
      Con el paso de los siglos la rutina era lo único que lo mantenía cuerdo, que le obligaba a levantarse de la cama y enfrentarse a otro día más en el Infierno. Los recuerdos de su vida en la tierra se difuminaron y acabaron enterrados en lo profundo de su mente, olvidados ante la dura realidad con la que se enfrentó al morir y aparecer ante las puertas del Reino de su padre. Asmodeus lo recibió con los brazos abiertos, una sonrisa falsa, orgulloso al ver al hijo más poderoso que tuvo; pero la “fingida” calidez con el que le recibió se quebró en el momento en que comprobó que no iba a participar en ninguno de los planes que ideó para él. No deseaba destruir nada, ni conquistar nada, ni siquiera participar en esa guerra ancestral contra el Cielo. No le importaba nada.
      Se rio de su padre cuando esté le aseguró que iba a sufrir por no obedecerle.
      ¿Qué le iba a hacer si ya estaba en el Infierno? Si perdió lo que más amó y nunca lo iba a recuperar. Si lo poco que le quedaba de esa vida en la que una vez inmensamente feliz se esfumaba entre sus dedos por culpa del transcurso del tiempo.
      Asmodeus no se rindió. Cada día lo torturaba y cada día comprobaba que nada rompía a Magnus Bane, nada le afectaba acostumbrado al dolor, a los gritos de los condenados, al fuego y al azufre, al vasto mundo rojizo y estéril que era el Reino de Edom.
      Magnus se adentró en su dormitorio y avanzó hasta los ventanales. Mantenía en todo momento la mirada fija en un punto a lo lejos, a las puertas del Reino, donde apareció el día en que murió. Era lo único que recordaba con claridad y lo atormentaba muchas noches.
      Una espada Nefelim clavada en el pecho, atravesándole el corazón, quitándole el aliento hasta que la oscuridad y el frío de la muerte lo envolvieron, atrapándolo en una espiral de miedo, dolor, angustia y…
      Apoyó la mano izquierda contra el frío cristal. ¿Cuánto tiempo pasó desde que murió? No lo sabía. Y tampoco le importaba. Tenía una eternidad por delante y eso era lo que más le aterraba hasta que su corazón se congeló para siempre.
      Ahora no le importaba nada.
      Decidió que esa noche se acostaría antes. Intentaría descansar, o dormir un par de horas. Magnus soltó una carcajada hueca carente de sentimientos, mientras se dirigía hacia el baño a tomar una larga ducha para ver si podía quitarse del cuerpo el olor a azufre y a ceniza, algo que sabía que era imposible.
      Cada noche era igual. Se restregaba la piel hasta que enrojecía, odiando ese aroma que se pegó a su alma.
      Se desnudó lentamente y se metió en la ducha. Siseó ante el agua fría y comenzó su ritual, dedicándose esos minutos a vaciar la mente centrándose en limpiarse a fondo, como si el agua pudiera eliminar la suciedad que era el Infierno.
      La palabra dormir pasó por su mente y le hizo reírse de nuevo. Era imposible que durmiera más de dos horas seguidas. En cuanto su mente se apagaba lo acosaban las pesadillas, los recuerdos difuminados por el tiempo y salpicados de odio, de arrepentimiento, de angustia, de rabia…
      Cerró los ojos y quedó bajo el chorro de agua fría, quedando de espaldas para que se deslizara por su cuerpo marcado por las cicatrices de los innumerables castigos de su padre.
      «—¿Nos bañamos juntos, Magnus?».
      Esa voz le sobresaltó y le hizo jadear. Hacía tanto tiempo que no escuchaba esa voz que estuvo a punto de no reconocerlo pero al notar como su corazón latió emocionado durante unos segundos no tuvo duda; era un recuerdo de su Shadowhunters, de su Alexander.
      Elevó las manos hasta los ojos, unos ojos secos, sin lágrimas…
      «—Son hermosos. Tú eres hermoso, Magnus».
      No, no lo era. Nunca lo fue. Solo Alexander vio lo peor de él, la oscuridad que ocultaba tras una fachada de indiferencia y lo amó igual, con pureza, con absoluta entrega, con un amor que iluminó sus días juntos y… lo llevó al Infierno cuando esa luz se apagó para siempre.
      «—Júrame que serás feliz cuando yo no esté, que lucharás por seguir sonriendo, por volver a amar por…».
      Magnus abrió los ojos y contempló sus manos. Él lo intentó. Cumplir la promesa que le hizo a su marido. Luchó por ser feliz… y perdió miserablemente.
      Su rostro no mostró nada. Estaba hueco por dentro. Lo sabía desde hacía siglos. Por eso se sorprendió al ver que su cuerpo temblaba.
      ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué ahora le atormentaba la voz de Alexander?
      Quería olvidar… quería…
      «—Llegarás olvidarme. Lo acepto. Solo deseo que seas feliz, Magnus».  
      Este jadeó y apretó los dientes, enterrando el rostro en sus manos ahogando los gemidos que pugnaban por brotar de sus labios.
      —No lo hice… No quise olvidarte… y cuando lo hice…
      Murió.
      Cerró el grifo y salió de la ducha. Caminó desnudo sin importarle que estaba mojando el suelo y se acostó en la cama.
      «—¿A qué le tienes miedo, Magnus?».
      —A olvidarte… —susurró a la oscuridad de la noche sin esperar respuesta. Estaba solo. Solo en su eternidad, acompañado por el dolor y torturado por los recuerdos que llegaban cuando querían y no se quedaban el tiempo suficiente como para que pudiera aliviarse de la eterna soledad con un vistazo de lo que tuvo y perdió.
      Tal vez… si no hubiera conocido a Alexander…
      «—Papá, ¡mira! Rafael está volando».
      Las carcajadas de sus dos hijos le hicieron jadear. Podía verlo, a Max levitando a Rafael con su magia, moviendo los brazos tal y como Magnus lo hacía.
      Si no hubiera conocido a Alexander… No habría conocido lo que era ser padre, ver crecer a sus hijos, ver como sufrían con sus primeros amores, ver como buscaban refugio en su hogar cuando estaban heridos, ver…
      «—Papá, Rafael… él está… ¿cómo pudo pasar esto?».
      Ver sufrir a su pequeño arándano ante la inesperada muerte de Rafael quien no soportó la pérdida de una de sus hijas a manos de un demonio.
      La inmortalidad era una maldición con la que nacían, que los marcaban, que los condenaban a ver morir a todos los que le rodeaban, que les llegó a importar. La inmortalidad era soledad y por más que Ragnor le aseguró que llegaría el día en que conocería a alguien que derribara todos sus muros… La soledad persistiría y lo atraparía.
      —Mis pequeños…
      Una carcajada resonó en su dormitorio antes de que apareciera su padre, Asmodeus frente a los ventanales. La única luz que iluminaba levemente el cuarto llegaba de los fuegos del Reino que salpicaban las agrestes y desérticas tierras.
      —Después de tantos siglos, aún sigues llorando por ellos. No fueron más que arenas que se deslizaron entre tus dedos. Ni siquiera eran de tu sangre. ¿Por qué te molestas en dedicarles unos segundos de tus pensamientos? Olvídalos, olvídate de Magnus Bane, ahora eres mi hijo, puedes ser mi mano derecha, impartiendo justicia en mi Reino y…
      —¡Nunca! Me llamo Magnus, ya te lo he repetido millones de veces. No los olvidaré. Ellos…
      Asmodeus se rio de él, negando con la cabeza.
      —Que patético es verte luchar… Espera dentro de quinientos años y dime si te acuerdas de tu vida mortal, si te acuerdos de esos extraños a los que no dejas de llamar familia. No son nada. No fueron nada y no será nada. Esperaré, hijo. Tenemos una eternidad…



      «Tenemos una eternidad…
      Tenemos una eternidad…».



      Una y otro vez, a lo largo de esa noche, resonaron esas palabras en su mente, atormentándolo al saber que eran verdad.
      Una eternidad para olvidar para siempre a su familia, al hombre que juró amar, con el que se desposó, al que lloró durante siglos pese a que sonreía.
      Un hombre que marcó  un antes y un después en su existencia.
      Alexander Lightwood.






      Días, meses o años después… no estaba claro el concepto de tiempo





      Las palabras de su padre quedaron grabadas en su mente.
      Luchó para demostrarse a sí mismo que no eran verdad. Que podía sobrevivir recordando el pasado. Cada noche como un ejercicio mental, repasaba lo poco que se acordaba, luchando por visualizar el hermoso rostro de su esposo, la sonrisa de sus hijos, el sonido de sus voces.
      Cada noche luchaba y perdía, notando como lo poco que mantenía guardado en su corazón comenzaba a desvanecerse lentamente, como un pétalo de una rosa que se desmenuza con el tiempo hasta convertirse en cenizas.
      Alexander sonriéndole. Alexander gimiendo cuando lo atrapaba entre sus brazos y le besaba. Alexander apareciendo por la cocina atraído por el delicioso aroma del café nada más despertarse. Alexander cantando una nana desentonada al pequeño Max que lloraba porque le estaban creciendo los cuernos. Alexander que abrazaba con ternura a Rafael en su primer día en la Academia asegurándole que lo iba a hacer muy bien y que estaba muy orgullo de él. Alexander recostado a su lado susurrándole en la oscuridad: Te amo, cada noche…
      Hasta que un fatídico día Jace lo llamó gritando y llorando que su runa parabatai desapareció que sintió como Alec se desvanecía arrastrando una parte de su alma; destrozando a su familia por su muerte y al propio Magnus que nunca se recuperó.
      Sabía que la muerte los separaría, pero cuando esta llegó… a los quince años de estar juntos, de la mano de un brujo… lo devastó. Le desgarró por dentro, ahogándolo por la rabia, el dolor, la desesperación, el deseo de vengarse, de acudir a los Cielos y reclamar que le devolvieran a su Alexander, de intentar estar entero por el bien de sus hijos pues ellos dependían ahora de él…
      Alexander, su hermoso Shadowhunters, quien creía que no valía nada, quien creía que siempre debía ser mejor… no pudo ver como todo el mundo lloró su muerte, como dejó una huella que perduraría en el tiempo, no solo en su familia, en todo el mundo.
      Su legado cambió al mundo de las sombras, a los Nefelims, a los brujos, a los vampiros, a los hombres lobo…
      Y a Magnus no le importó. Claro que acudió a cada acto conmemorativo que le dedicaban a su esposo, pero no sentía nada más que rabia y dolor. Rabia por perderlo tan joven, por saber que estaba en el Cielo y que nunca más lo podría volver a ver; dolor al sentirse tan solo, abandonado, con el corazón resquebrajado en miles de pequeños pedazos que ni sus hijos pudieron recomponer.
      Lo intentó. Intentó convivir con su recuerdo. Intentó acallar las lágrimas que brotaban de sus ojos cada noche cuando se acostaba en la cama que compartía durante tantos años con su esposo, abrazado a una de sus camisas hasta que esta perdió su aroma y aún así lo siguió haciendo porque le consolaba saber que una vez su hermoso Shadowhunters la utilizó.
      Intentó estar con Rafael cuando su mujer murió, cuando su hija pequeña murió.
      Intentó estar con Max cuando perdió a su hermano, cuando tuvo que hacerse cargo de sus dos sobrinos.
      Intentó estar con sus nietos cuando se convirtieron en Shadowhunters y llegaban malheridos a su casa para ser curados.
      Intentó estar con Max cuando este decidió irse a vivir por su cuenta al ser un brujo de más de doscientos años que quería ver mundo.
      Intentó besar otros labios… Pero ni ellas ni ellos… consiguieron borrar el recuerdo del dulce sabor de Alexander. Solo eran sombras que le aliviaban físicamente y que luego descartaba sin importarle sus nombres, sus números de teléfonos… Nunca repetía. Nunca volvía a ver a alguien si se había acostado con él o con ella.
      Nunca llevó a nadie a su loft, aquel rincón… solo le pertenecía a Alexander.
      Intentó vivir… y se fue apagando poco a poco. Supo que le estaba haciendo daño a Max, a sus nietos y bisnietos, a los descendientes de Jace y Clary, de Isabelle y Simon…
      Intentó sobrevivir a la muerte de Alexander… pero perdió la batalla.
      Murió a manos de un Nefelim que le recordó a Valentine, que lo miró a los ojos con odio mientras retiraba la empuñadura de su espada… Se desvaneció en la oscuridad escuchando los gritos de Max.
      —Lo siento —quiso murmurar pero solo brotó sangre de su boca y un largo gemido que se acalló de golpe cuando su corazón dejó de bombear.






      —Lo siento —repitió en la oscuridad de su alcoba—. Lo siento…
      «—Magnus Bane, ¿eso es un no o un sí? ¿No te quieres casar conmigo?».
      La suave voz de Alexander irrumpió su mente, consiguiendo algo que creía imposible… Que una silenciosa y amarga lágrima brotara de uno de sus ojos y se deslizara por su mejilla.
      —Siempre, Alexander. Eres el único que me pediste matrimonio y al único que le diría que sí.
      —Si hubiera sabido que ibas a ser tan divertido te habría llamado antes, hijo. Tus lágrimas alegran mi día… Tu dolor alimenta mi Reino…





      Se estaba volviendo loco. Las voces de Alexander se intercalaban con las de su padre, torturándolo.
      Quería gritar. Hacer estallar todo a su alrededor. Reducir a ceniza el maldito Reino de su padre, acabar con todo lo que le rodeaba y…

      «—Papá, estrellas azules… ¡Más! ¡Más!».
      La voz de su hijo Max acalló sus ansias de destruirlo todo. Cerró los ojos y disfrutó del recuerdo que llegó a su mente.
      Su pequeño arándano a sus dos años era  un niño inquieto, muy despierto, sonriente, que aplaudía cada vez que veía a su papá hacer magia. Adoraba cuando este soltaba chispas azules por todo el salón para distraerlo. Eran estrellas que su papá le bajaba del cielo para que pudiera tocarlas.





      Se sentó en la cama y extendió las manos creando estrellas azules que bailaron por el cuarto.
      —Lo vas a malcriar, Magnus.
      —Y me lo dijo quien saltaba de cama cada vez que nuestro arándano lloraba… —se burló sin esperar respuesta. Hacía tiempo que no esperaba nada. Hacía tiempo que perdió la batalla contra la esperanza.

      El amor dolía, era algo que retorcía el corazón y se burlaba de la agonía que sentías. Era un sentimiento que no se podía reemplazar, que no se podía ocultar, ni tampoco olvidar por más que lo intentaras. Cuando era un amor puro como el que experimentó con su Alexander era imposible que se diluyera, que lo encontrara con otra persona, pero para su desgracia… no podía contra el tiempo. Su mente era su mayor enemigo y su corazón se acorazó para no seguir sufriendo.
      —Alexander…



      Un recuerdo apareció velozmente por su mente, sorprendiéndolo por la intensidad del mismo.



      «—Siempre te amaré, Magnus. Y aunque la muerte nos separaré sabré que habré dejado a un buen padre para cuidar a Max, a un gran hombre que me recordará con cariño y que conseguirá que el mundo sea más luminoso con su sola presencia.
      —Oh, Alexander… siempre consigues sorprenderme.
      Este sonrió y se acercó otro paso más, correspondiendo a su sonrisa.
      —Espero que para bien.
      —Contigo siempre es para bien, Alexander. Siempre».






      Días después




      Le dolía todo el cuerpo. Bajo el chorro de agua fría se quedó mirando la sangre que se escurría por sus piernas, para perderse por el desagüe. La espalda le dolía a horrores. Cada latigazo le marcó, cada golpe le hizo gritar de dolor, cada corte le recordó que estaba en el Infierno a manos de un demonio que se hacía llamar su padre, que una vez fue un ángel y que abandonó el Cielo para convertirse en Príncipe de un Reino muerto y atormentado.
      Estiró la espalda y siseó de agonía. Si al menos pudiese curarse con su magia… pero su padre se encargó que no fuera posible, empleando un arma celestial.


      «—Recuerda, hijo, tu vida y tu muerte me pertenece. Por el momento me diviertes, pero el día en que dejes de hacerlo te mataré… —Dos latigazos más y el discurso de su padre continuó, como si estuviese hablando solo para él, sin ser consciente de que Magnus era capaz de escucharle—. Creo que llegó la hora de que haga más hijos, de asegurar mi poder en el Reino. Sí… iré a la Tierra y…
      No escuchó nada más, se perdió en el dolor de los golpes, hasta que estos se detuvieron».


      De vuelta en la ducha, se movió con cuidado para limpiar bien las heridas. No temía que se infectaran, después de todo no iba a morir de una infección ni tampoco de una enfermedad… Pero sí que odiaba que se mancharan sus sábanas.



      Esperó hasta que el agua salió clara y entonces cerró el grifo y salió del baño.
      En cuanto llegó frente a su cama se quedó paralizado.
      Ahora sí que creía que el Infierno le había vuelto loco, pues era imposible ver a quien estaba viendo.
      —¡No puedes ser real!
      —No me esperaba este recibimiento tras tantos siglos, Magnus —se burló el espejismo de él, cruzándose de brazos. Iba vestido de negro, mirándole con unos hermosos ojos castaños que por tanto tiempo deseó que nunca se hubieran cerrado para siempre, su rostro era tal y como lo recordaba, de un hombre en torno a los treinta y cinco años que estaba a gusto con su cuerpo.
      —Definitivamente mi padre lo consiguió… ¡estoy loco! No hay otra explicación posible.
      Ese espejismo se rio de él mientras avanzaba por el cuarto hasta quedar parado a un metro. Antes de que pudiera… ¿atacarle?, ¿negarle de nuevo?, ¿hacer algo? El falso Alexander lo sorprendió abrazándolo, apretándolo contra su atlético y cálido cuerpo.
      Todo su mundo se derrumbó. El tiempo se detuvo. Las piernas le fallaron  y tanto el corazón como los pulmones se alteraron dejándolo al borde del infarto –algo que era imposible pero ya se creía cualquier cosa-. Y todo a causa de ese calor, del aroma que desprendía, de la familiaridad y confort que le transmitía ese abrazo…
      —Alexander… —se abrazó a él con fuerza, jurando que si se había vuelto loco no quería salir de esa locura.
      —Mi Magnus, mi amor… He esperado tanto para verte… El Cielo te va agradecer que regreses conmigo, sobre todo Michael.
      Sin separarse de ese espejismo, pues aún no se creía que fuera el verdadero Alexander, temiendo que fuera uno de los demonios de su padre que estaba ahí para torturarle y burlarse de él… Gruñó en respuesta ante el nombre de otro hombre en labios de su amado.
      —¿Quién es Michael?
      Las carcajadas de Alexander sacudieron su cuerpo, sus brazos le apretaron todavía más y su calor apagó un poco los celos que lo consumía por dentro.
      —Si no te conociera diría que estás un poco celoso, Magnus.
      Este se separó unos centímetros para poder mirarle a los ojos antes de responderle:
      —¿Y qué si lo soy? Eres mío Alexander, para siempre. Tú mismo me lo dijiste y…
      El beso que le acalló fue pura dulzura, una suave caricia que lo excitó. Lo agarró con fuerza y bebió como un sediento en el desierto del sabor de ese hombre, de su esposo, del único capaz de hacerle sentir que volvía a la vida en sus brazos.
      Cuando sus lenguas se encontraron gimió y se apretó con fuerza, deseando más, ansiando sentir el fibroso cuerpo de Alexander bajo él, sobre él… le daba igual. Solo quería sentir. Algo que hacía tantos siglos se le negó.
      —Umm… espera Magnus, aquí no. Quiero llevarte conmigo a casa. Tenemos que aprovechar que tu padre está en la Tierra. El muy bastardo sí que ha tardado en dejar el Reino… Me habría gustado venir a por ti antes pero con él aquí me era imposible aparecerme sin que me detectara. Por mi culpa has sufrido… —Le pasó una mano por las heridas de su espalda, sanándolas—. Lo siento, te he vuelto a hacer daño y…
      Le acalló con un gesto, depositando un dedo en sus labios para que le dejara hablar.
      —Aún no me creo que seas real, Alexander. Creo que nunca lo creeré… Temo que seas un demonio menor de mi padre que buscas torturarme… Pero si eres mi esposo has de saber que me has salvado, lo hiciste cuando te conocí, durante los años en que estuvimos juntos… y ahora. Eres mi luz, Nefelim.
      —Yo… también te amo.
      Las carcajadas de Magnus fueron lo último que se escuchó en el Reino de Edom. Su Alexander… tan parco en palabras pero siempre sabía qué decirle, como hacerle sentir el único en su vida.





      Una intensa luz fue lo primero que ¿vio? o más bien le deslumbró.
      —Tranquilo, Magnus. Dale tiempo a tus ojos a acostumbrarse a tanta luz.
      —¡Papá!
      —Max, Rafael, ¡dadle tiempo! No le agobiéis.
      Más voces se unieron a las primeras, las que pareció las voces adultas de sus hijos.
      —Reconócelo Alec, lo quieres para ti mismo. ¡Deja que los demás le podamos saludar!
      —Eso, hermanito. No eres el único que le echó de menos.
      Jace, Isabelle, sus hijos… ¿Podría ser posible?
      Magnus abrió del todo los ojos y estuvo a punto de desmayarse. Ante él toda su familia le recibía con una sonrisa, todos vistiendo de blanco menos Max que vestía de negro al igual que Alexander.
      —¿Pero cómo es posible que estéis todos…?
      —Miuaaa —un ronroneo lo sorprendió. A sus pies había un gato que se restregaba en sus piernas… ¿Cubiertas por un pantalón negro? ¿Cuándo se había vestido?
      —De verdad creíste que te iba a traer a nuestro hogar desnudo para que los demás pudiesen ver lo hermoso que eres y dile hola a Presidente Miau sino no va a parar  —se burló Alexander con cariño, abrazándolo con cuidado pese a que le había sanado las heridas.
      Miró todo a su alrededor. Esas caras llenas de cariño y de amor que reconoció como su familia y amistades. Estaban todos. Sus hijos, sus nietos, bisnietos, amigos de la época de Alexander y tras su muerte… Uno de sus más exigentes y existentes gatos que no paró de maullar hasta que le rascó la espalda unos segundos.
      Hizo lo único que podía hacer.
      Rompió a llorar, abrazándose a Alexander, ocultando su rostro en su pecho para que nadie pudiera verle.
      —Mi amor… ¡Bienvenido a casa! Llevamos un milenio esperando por ti.
      —Sobre todo este ángel, si tenemos que soportarle su mal humor un siglo más lo expulsábamos a la tierra de una patada.
      La nueva voz no la reconoció. Magnus se separó de su esposo sin hacerlo del todo, manteniendo un brazo alrededor de su cintura para enfrentarse al recién llegado. Se quedó sin habla al ver que era un arcángel, de una belleza sin palabras y que miraba con cariño a su Alexander.
      —Vamos, Michael no exageres. No he sido tan inaguantable —ignoró la tos forzada de Jace quien hacía gestos como si estuviese loco y continuó—. Bueno… ¿y qué si lo fue? El amor de mi vida estaba en el Infierno, ¿cómo estaríais vosotros?
      —Sí, ya lo sabemos, padre, pero ahora… ¿por qué no sueltas a papá para que podamos abrazarle?



      Las carcajadas de Magnus resonaron en el Cielo llenando de felicidad a todo aquel que lo llegó a conocer y amar. Era un hombre muy amado y todos se lo iban a demostrar.





      Días después




      Aún se despertaba de madrugada gritando. Era incapaz de quitarse de encima la horrible sensación de que todo era un mal sueño del que en cualquier momento iba a despertar. Alexander lo calmó con besos, abrazándolo y acariciándole susurrándole cuánto lo amaba y que tenían toda la eternidad para vivir juntos.
      Tardaba horas en calmar su corazón, en calmar su mente y acallar el miedo que se alejaba de él durante el día pero lo acompañaba por la noche. No podía evitarlo, era demasiado bueno para ser verdad.
      ¿Un brujo en el cielo? ¿Acompañado de su familia, de sus amistades, del amor de su vida?
      ¿Cómo era posible?
      Alexander intentó explicárselo, indicando que durante siglos molestó día sí y día también a los Arcángeles por lo injusto que le parecía que un brujo acabara en el Infierno solo por ser hijo de quienes eran. ¿Acaso no eran inocentes cuando nacieron? ¿Sus madres no eran humanas? ¿Las acciones a lo largo de sus vidas no significaban nada?
      Durante siglos le ignoraron, hasta que Michael le golpeó agotado por el molesto ángel. ¿Acababa de llegar y ya quería cambiar todas las leyes del Cielo?
      Alexander no se rindió. Siguió manifestándose, gritando lo que pensaba sin importarle los posibles castigos, enfadándose cuando se enteró que su hijo Max había muerto defendiendo al Instituto de Nueva York que presidía uno de los descendientes de Rafael.
      ¿Por qué su pequeño arándano tenía que sufrir en el Infierno cuando era todo amor? ¿Por qué su esposo era torturado por su padre en Edom? ¿Por qué un brujo era condenado solo por ser quien era sin importar nada más? ¿Acaso eso no rompía las leyes del Cielo?



      Michael al final le aceptó como su “aprendiz”, entrenándolo y de paso… haciéndole callar al asegurarle que iban a abrir las puertas del Cielo a los brujos que tuviesen un corazón noble y sus acciones a lo largo de su vida moviera la balanza hacia el bien alejándolos del Infierno.




      Alexander no se detuvo en sus quejas. ¿Cómo iba a creerle si no veía ningún brujo? ¿Si su familia seguía sufriendo?
      No paró hasta que vio a Max. Ese primer abrazo. Acabó en el suelo de rodillas, abrazando a un adulto Max que no se creía dónde estaba. Lloró como un niño abrazado a su hijo. Lloró y agradeció de corazón que pudiera vivir la eternidad junto a sus dos hijos.
      Recordó como juró proteger y amar a su pequeño arándano cuando lo tuvo por primera vez en sus brazos, cuando no sabía si su familia o si Magnus aceptarían a ese hermoso bebé.
      Y ahora… con su hijo en sus brazos… iba a cumplirlo.




      Pero su lucha no se detuvo y con Max tenía un gran aliado. Necesitaba a Magnus, a todos los demás brujos que sufrían en el Infierno por culpa del pecado de sus padres.
      Ragnor, Dot, Madzie… Poco a poco fueron llegando, sorprendidos al estar en el Cielo. Agradecidos a Alexander que fue capaz de cambiar el mundo en el que estaba con amor, por amor, por su familia.




      Jace se unió a la lucha. Más que nada porque no soportaba ver sufrir a su parabatai, porque estaba harto de escucharle llorar y  gritar el nombre de Magnus.
      Poco a poco… todos se unieron a la causa y tras un milenio de soledad absoluta, Alexander pudo ir a recuperar a su esposo.



      —Alexander, la reunión es en una hora. No faltes.
      La voz de Michael interrumpió un momento mágico entre la pareja, lleno de besos. Magnus maldijo en alto el nombre del Arcángel, sin poder evitar estar celoso de la relación entre ese ángel y su esposo.
      —Parece que sabe cuándo molestarnos… —se quejó Magnus, abrazando con fuerza Alexander, no dispuesto a dejarlo ir pese a que cuando este iba a entrenar o hacer cosas de ángeles él se iba de visita a donde residían sus hijos.
      —Creo que se está vengando un poco por lo pesado que fue durante un milenio, aunque no lo quiera reconocer.
      —O tal vez es porque está celoso que esté aquí y no pueda tenerte para él solo.
      Alexander se rio y negó con la cabeza, sin dejar de acariciar a su esposo. Desde que lo recuperó le costaba alejarse de él, se sentía sediento de sus besos, de sus caricias, de su voz, no fue hasta que lo tuvo entre sus brazos que sintió que el mundo volvía a girar, que ahora sí estaba en el Cielo.
      —No me ve de ese modo, más bien como un hijo; además… solo te deseo a ti, solo te he deseado a ti y solo te desearé a ti, Magnus. Has sido el único en mi corazón y en mi cama.
      Este se separó y lo miró con incredulidad.
      —¿De verdad quieres que te crea que en mil años no has estado con otro hombre? —hacer esa pregunta que lo atormentaba… le dolió. No quería sonar como un egoísta… pero es como se sentía. Alexander era suyo… No quería ni pensar en que otro hombre probó sus labios, que escuchó sus jadeos de placer…
      —¿Por qué no lo ibas a creer? Ya te dije una vez que eras el único en mi vida, que aunque la muerte nos separara te amaría por y para siempre. Y así ha sido. No puedo negarte que ha sido difícil, pero mi corazón era muy claro, mi cuerpo solo reaccionaba ante ti, mi alma lloraba tu ausencia, mi mente solo deseaba tu cuerpo, tu presencia, tu amor. En palabras de Jace… Mi mano derecha llora aliviada por que estés ya aquí.
      Las carcajadas de Alexander acallaron el jadeo de sorpresa que soltó Magnus. Era su mismo Alexander pero al mismo tiempo más a gusto con su cuerpo, con su elección, un líder nato que luchó por los brujos, por su entrada en el Cielo… y aunque Alexander nunca lo iba a reconocer, todo el mundo sabía que era por él, por Max.
      ¿Qué mayor muestra de amor era enfrentarse contra el Cielo por un “demonio” sin importarle las consecuencias?
      —Así que tu mano derecha, eh… Oh, Alexander… no dejas de sorprenderme.
      Este le devolvió la sonrisa y se acercó para besarle, con dulzura, con pasión, mordisqueándole el labio antes de separarse de él, jadeando y con los ojos brillantes por el deseo.
      —Eso espero Magnus, después de todo… tenemos una eternidad para vivir juntos…
      —Por y para siempre, mi amor. Amándonos por y para siempre —acabó la frase el antes conocido como el Gran Brujo de Brooklyn, aunque siempre sería en brazos de ese ángel… Magnus, un esposo, un padre, un amigo… el hombre que le robó el corazón a un Nefilim desde el momento en que sus ojos se encontraron por primera vez.



      Por y para siempre… unidos, en una eternidad que ahora sí… era el paraíso.



      —¡Alexander! Te quiero fuera en dos minutos o…
      Bueno… el paraíso sería si Michael no existiera, sobre todo cuando Magnus estaba sobre Alexander a punto de hacerlo suyo. ¿Por qué no podía desaparecer para siempre ese maldito Arcángel?
      —Ignóralo. He esperado demasiado como para que me importe llegar tarde a un entrenamiento —susurró Alexander, provocando que Magnus temblara de excitación.
      —Oh, Alexander… —gruñó Magnus, concediéndole el deseo a su ángel. El mundo a su alrededor no importaba. Lo único que importaba era el tesoro que yacía en su cama, bajo él, gimiendo su nombre… convirtiéndole en el hombre más afortunado del Universo y…
      La puerta del dormitorio se abrió de golpe, azotando la madera contra la pared. Los dos amantes se quedaron rígidos ante la inesperada y abrupta entrada del Arcángel quien se congeló ante lo que vio.
      Alexander esta vez no gritó, ni intentó esconderse como sucedió hace tantísimos siglos, solo se rio y preguntó al recién llegado:
      —No sabía que eras un voyeur, Michael. Pero qué le vamos a hacer, por ser tú si vas a permanecer en silencio te permitiré mirar pero solo por esta vez.
      Como esperaba, el Arcángel se puso blanco, hizo un gesto de horror negando con la cabeza y salió corriendo del dormitorio cerrando la puerta tras él.
      Las carcajadas de los dos amantes sacudieron la cama. Se miraron a los ojos compartiendo una sonrisa cómplice.
      —¿De verdad le ibas a dejar mirar? —se interesó Magnus sin moverse, torturando a otro al estar enterrado profundamente sin moverse.
      —¡No! —gritó Alexander, entrecerrando los ojos—. No quiero que nadie te vea. Eres mío, Magnus, recuerdas… Para lo bueno y para lo malo, más allá de la muerte…
      —Lo recuerdo —sonrió Magnus, agradecido que en los días en que llevaba en el Cielo pudo recordar todo lo que vivió, acaparando y agradeciendo cada recuerdo de su familia, cada recuerdo que tenía un nombre: Alexander.  
      —Umm… este es el Alexander que me robó el corazón.
      —Creo que fuiste tú quien me lo robó a mí, Magnus.
      Este se rio y comenzó a moverse, sonriendo al ver que en cuestión de segundos el líder, el acérrimo guerrero… se derretía gimiendo una y otra vez su nombre.
      Magnus.
      Magnus.
      Magnus.




      Para el ángel el paraíso tenía un nombre: Magnus.
      Para el brujo el Cielo era un constante recuerdo y una burla de lo que tuvo y perdió y nunca podría disfrutar de nuevo… hasta que su ángel le demostró que no había nada imposible para Alexander Lightwood.





      Y ahora… tenían por delante una eternidad para estar juntos, para estar con su familia, con sus amigos…


      Ahora los siglos iban a ser un suspiro. 







      Nuevo aspecto del blog y novedades

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      ¡Buenas tardes a todas, chicas!

      Como podéis observar le he dado un cambio radical al blog para que sea más fácil de leer y de paso para emplearlo como escaparate de cada novedad, centrándome en lo más importante para que podáis curiosear y enteraros de todo lo que me vaya sucediendo en mi aventura literaria. 

      Creo que de esta manera os va a resultar más sencillo enteraros de todo. 

      Espero que os guste ;)

      Además de este nuevo cambio de look, tengo novedades. Para octubre publicaré Dulce Navidad ¿o no?, mi primera novela contemporánea y os aseguro que las risas estarán aseguradas. Me lo estoy pasando pipa mientras la voy ampliando y corrigiendo. 

      La portada final de la novela es esta (sí, hubo un cambio de portada para que no penséis que el tema principal es la Navidad, es que pasa en esa época pero es secundaria la festividad)




      Ya iré avisando con tiempo por las redes sociales, en este mismo blog y con un Newsletter desde mi Web cuándo saldrá publicada y cuándo comenzará la lectura de grupo de esta novela.


      Como podéis comprobar, desde mi blog ya no podréis leer RELATOS GRATUITOS, pero sí los podréis leer desde mi WEB. Ahí encontraréis todos mis relatos en una novela: Relatos desde el corazón que he publicado de manera gratuita en la Web en EPUB y/o en MOBI. Además de descargaros esta novela podéis leer microrelatos de manera online desde la página, y que son los que voy regalando a mis lectoras. Hay microrelatos de varios géneros: comedia, eróticos, terror...


      Os dejo el link de mi WEB para que podáis visitarla, curiosear mis novelas publicadas, leer los relatos y microrelatos, etc.








      Como novedad tengo que anunciar que mi novela UN DRAGÓN PARA NAVIDAD ha sido seleccionada para participar en el mes indie de octubre, así que a partir del 1 de octubre la encontraréis en oferta. Si aún no habéis leído la Serie SoulMate os la recomiendo, tiene mucho humor, romanticismo, erotismo y unos protagonistas que os van a sorprender muchísimo.

      Podéis leer Terapia frustrada este mes y para el 1 de ocubre compraros Un dragón para Navidad ;) así tendréis los dos primeros libros de esta Serie.





      AVISO: aunque una novela esté dentro de una serie o una saga cada libro se puede leer de manera independiente, así que a mis lectoras que no quieren empezar una saga podéis leerlos sin problemas, apoyando de esta manera los mundos que creo y que espero que os dejen con la boca abierta y con ganas de leer más de ellos.






      Y para acabar esta entrada informativa, que cuando quedan muy largas cansan un poco... Quiero avisar que mi grupo de lectura de Facebook ha cambiado de nombre, ahora se llama:


      LAS CHULÍSIMAS DE AZAHARA VEGA







      Como muchas lectoras me conocen por ese seudónimo prefiero cambiar el nombre del grupo y que así me puedan encontrar más lectoras desde Facebook.


      Hoy tocaba el regreso a la rutina tras una quincena de vacaciones. Este año es un año vital en mi vida con muchos cambios para mejor, así que... perdonadme el retraso en mis publicaciones. Por eso no me gusta mucho indicara fechas porque al final parece que el destino se pone en contra y te satura cuando menos te lo esperas con sorpresas inesperadas (pero todas muy buenas).

      Espero que paséis un buen lunes.


      Y ya me diréis qué os parece el nuevo aspecto del blog.


      Un saludo ;)

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